Las semillas se caracterizan por ser alimentos clave para complementar las dietas saludables y equilibradas. Son una buena fuente de proteínas, grasas saludables, fibra y minerales como calcio, zinc, cobre y magnesio, entre otros.
Estos productos son ideales para brindar saciedad y favorecer el sistema de defensa del cuerpo. La fibra ayuda a la salud digestiva y sus antioxidantes contribuyen a combatir los radicales libres, sustancias dañiñas que son responsables del desarrollo de algunas enfermedades y del envejecimiento prematuro.
Uno de los órganos del cuerpo que puede obtener diversos beneficios con el consumo de estos productos es el corazón. La quinoa, amaranto, chía y linaza, son semillas que ayudan a mantener esta parte del cuerpo saludable. Para integrarlas a los alimentos se pueden combinar por ejemplo, con yogur en el desayuno, añadirlas a los jugos o a las ensaladas.
La quinoa es una de las semillas más completas, pues por sí sola aporta todos los aminoácidos esenciales sin necesidad de combinarla con otro alimento. Según el portal de Salud Mapfre, de España, esta semilla ayuda a controlar los niveles de colesterol gracias a su contenido en fibra y a su aporte de grasas insaturadas, lo que le otorga propiedades cardioprotectoras.
El hecho de que ayude a regular el colesterol, evita que esta grasa se adhiera a las paredes de las arterias evitando que se presenten problemas de salud relacionados con el corazón, pues impide que estos conductos que transportan la sangre se taponen.
La quinoa también destaca, de acuerdo con la mencionada fuente, por su elevado porcentaje proteico y alto contenido de aminoácidos esenciales, lo que la convierten en uno de los pocos alimentos de origen vegetal con una proteína de alta calidad.
Semillas de chía
Al igual que muchas otras, esta semilla destaca por su contenido en grasas saludables y fibras que ayudan a reducir factores de riesgo de enfermedades cardíacas y diabetes. Un artículo publicado en el medio digital Business Insider y escrito por Cristina Fernández Esteban, indica que estos productos son especialmente ricos en ácidos grasos linoleico y alfa-linolénico (ALA).
“Algunos estudios han apuntado a como estos ácidos grasos parecen contribuir a reducir el colesterol malo, regular la presión arterial, prevenir los coágulos sanguíneos o disminuir la inflamación”, asegura la publicación.
Estas semillas también aportan una buena dosis de antioxidantes, principalmente flavonoides, los cuales pueden ayudar a proteger la salud del corazón y vitaminas del complejo B, que pueden prevenir la formación de depósitos de placas en las paredes de las arterias, evitando así el desarrollo de afecciones cardiovasculares.
Semillas de linaza
Las semillas de lino (Linum usitatissimum) y el aceite que se extrae de éstas, son fuentes ricas del llamado ácido alfa linolénico, un ácido graso esencial omega-3 saludable para el corazón, precisa el instituto de investigación Mayo Clinic.
“Algunos estudios sugieren que el ácido alfa linolénico, que está presente tanto en las semillas de lino como en su aceite, podría beneficiar a las personas con enfermedad cardíaca. Las primeras investigaciones también sugieren que las semillas de lino podrían ayudar a bajar la presión arterial alta, la cual influye en la enfermedad cardíaca”, asegura la mencionada institución.
Otros alimentos
Otros alimentos que ofrecen condiciones favorables para el corazón son, según la Fundación Española del Corazón, las nueces, que también son ricas en ácidos grasos omega-3; el brócoli que contiene ácido fólico, zinc, hierro, calcio, vitamina K y antioxidantes y el chocolate negro, que ayuda a restaurar la flexibilidad de las arterias y evita que los leucocitos se peguen a las paredes de los vasos sanguíneos.
De igual forma, las fresas contienen flavonoides, que contribuyen a dilatar las arterias, protegen el endotelio (la capa interior de los vasos sanguíneos) y controlan la tensión arterial; el curry, que gracias a la curcumina, un potente antioxidante presente en este condimento, reduce las probabilidades de sufrir insuficiencia cardíaca e hipertensión, gracias a sus propiedades antiinflamatorias.
La mencionada institución médica española también recomienda incluir en la dieta el té verde, el aceite de oliva; el salmón, que ayuda a reducir los niveles de colesterol y triglicéridos e incrementa la fluidez de la sangre; el vino tinto que posee polifenoles que tienen efectos beneficiosos sobre las moléculas inflamatorias causantes de la ateroesclerosis y las legumbres, que son ricas en proteínas de calidad y contienen poca grasa por lo que mantienen saludables los niveles de colesterol en la sangre.