El color de la orina normalmente no es el mismo. Su tono y aspecto varía dependiendo de la cantidad de agua que la persona ingiera, de los alimentos que come o si consume algún tipo de medicamentos.

No obstante, estas no son las únicas razones. El cambio en el color también puede indicar que la persona enfrenta alguna enfermedad como diabetes, hepatitis e incluso cáncer. En cualquier caso, es una sustancia que se puede monitorear a simple vista, por eso es importante conocer qué es normal y qué no y prestar atención a cualquier signo de alarma.

La producción y eliminación de la orina es fundamental para el correcto funcionamiento de todos los sistemas orgánicos. Tiene dos funciones clave: mantener el equilibrio de los líquidos en el organismo y retirar de la sangre las sustancias de desecho producidas por todas las células del cuerpo, según información de la revista Muy Saludable del Grupo Sanitas, de España.

El instituto de investigación Mayo Clinic explica que el color normal de la orina varía de amarillo claro a ámbar oscuro, y es el resultado de un pigmento llamado urocromo y de qué tan diluida o concentrada está la orina.

Los pigmentos y otros compuestos de ciertos alimentos y medicamentos inciden en el color. Por ejemplo, las remolachas, las bayas y los fríjoles afectan el tono. También algunos medicamentos hacen que cambie.

El color de la orina advierte sobre el consumo de algunos alimentos o medicamentos, pero también de posibles enfermedades. | Foto: Copyright Dazeley/Getty Images

De acuerdo con los expertos, un color inusual de la orina puede evidenciar una enfermedad. Por ejemplo, la orina de color rojo oscuro o marrón es una característica que identifica a la porfiria, un trastorno poco frecuente y congénito de los glóbulos rojos.

Algunos de los tonos que puede tomar la orina son rojo, azul, verde, marrón oscuro y blanco turbio y están relacionados con los siguientes aspectos.

Rojo o rosa

Este tono es resultado de diferentes situaciones. La primera es por sangre. Los factores que llevan a que haya sangre son infecciones urinarias, agrandamiento de la próstata, tumores cancerosos y no cancerosos, quistes renales y cálculos en los riñones o en la vejiga. También es posible que tome ese color por el consumo de algunos alimentos o medicamentos.

Naranja

La orina de color naranja puede deberse a la ingesta de algunos medicamentos y a afecciones en el hígado o las vías biliares, especialmente si también se presentan heces de color claro. Adicionalmente, la deshidratación hace que la orina se concentre y tenga un color más intenso.

Azul o verde

La orina de color azul o verde es resultado de la ingesta de algunos colorantes alimenticios. También los tintes usados en algunas pruebas de la función renal y de la vejiga en ocasiones vuelven la orina de color azul.

Hay medicamentos que producen orina de color azul o verde, como la amitriptilina, la indometacina y el propofol y estos tonos también se dan por afecciones como la hipercalcemia benigna hereditaria, que es un trastorno poco frecuente, al que en ocasiones se le denomina “síndrome del pañal azul” porque los niños que lo padecen orinan de ese tono. El color verde se manifiesta a veces durante las infecciones urinarias provocadas por bacterias pseudomonas.

El color de la orina puede variar dependiendo de qué tanto líquido tome la persona. | Foto: Copyright Dazeley/Getty Images

Marrón oscuro

En este tono de orina inciden algunos alimentos como los fríjoles o el ruibarbo; al igual que medicamentos antipalúdicos, cloroquina y primaquina, los antibióticos metronidazol y algunos laxantes.

Trastornos del hígado y los riñones y algunas infecciones urinarias también producen orina de color marrón oscuro, así como los daños renales.

Opaco o turbio

Las infecciones de las vías urinarias y los cálculos renales pueden provocar que la orina sea opaca o turbia.

Los especialistas aseguran que cuando el cambio de color en la orina no es causado por alimentos ni medicamentos es posible que se deba a una enfermedad y es por ello que es clave consultar al médico. La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos dice que esto debe hacerse cuando el tono cambia sin explicación y no desaparece; si se presenta sangre y si se da un color rosado, rojo o marrón humo y no es producto de un alimento ni medicamento.