La salud bucal es fundamental para la buena salud, debido a que tener una mala higiene o padecer cualquier afección que la lastime puede dificultar procesos como la digestión, el habla y la expresión de emociones.
Por lo general, la medida básica de cuidado de la boca es el cepillado de los dientes, incluyendo los pasos de limpieza de la zona interna de las mejillas y la lengua, así como el uso del hilo dental. No obstante, estos cuidados también deben ser complementados con revisiones periódicas por parte de los médicos para cerciorarse de que todo esté en orden.
Entre las condiciones que pueden afectar la salud bucal se encuentra la ‘lengua blanca’, la cual puede propiciar el mal aliento y generar inseguridad o vergüenza. Cabe decir que esta molestia no surge únicamente por una mala higiene, sino que también puede presentarse por otros problemas en el organismo.
De ahí la importancia de los controles médicos, pero también de revisar la boca e identificar señales que preocupen. De acuerdo con la explicación de Mayo Clinic, el color blanco de la lengua puede aparecer “como resultado del crecimiento excesivo y la inflamación de las papilas que se encuentran en la superficie de la lengua”.
Son varias las razones que pueden desencadenar esta reacción de las papilas. Según detallan desde Medical News Today, entre las principales causas que producen la lengua blanca se encuentra la acumulación de bacterias, restos de alimentos y otros residuos que se pueden quedar ‘pegados’ en las papilas. La manera de prevenir que esto ocurra es teniendo un buen proceso de cepillado, en el que se tenga en cuenta la lengua.
De acuerdo con la Asociación Americana Dental, la limpieza de la boca debe ser diaria, mínimo en dos ocasiones. Igualmente, se recomienda escoger adecuadamente el cepillo de dientes, dependiendo del tamaño de la boca.
Al cepillarse, también se aconseja realizar movimientos lentos, cortos y suaves, tratando de limpiar toda la zona del diente, a los lados y atrás. Uno de los pasos finales del lavado de los dientes es cepillar la lengua, ya que, como indica la entidad, esto ayuda a quitar los restos de comida y mantener la buena salud bucal.
La mala higiene no es la única causa de la lengua blanca. Según señala el portal de salud Tua Saúde, algunas enfermedades también pueden desarrollar esta condición, como la candidiasis oral, la cual se presenta a raíz de una infección por hongos.
Entre los factores de riesgo que pueden conducir a que se forme la placa blanca bacteriana sobre la lengua se listan la ingesta excesiva de alcohol, el consumo de cigarrillo y otros tabacos, la resequedad y falta de hidratación, así como la tendencia a respirar por la boca.
Consejos para una buena salud bucal
1. Cepillarse los dientes: aunque es un hábito que puede llegar a ser obvio, no lo es, ya que se necesita un lavado frecuente -si es posible después de cada comida- para eliminar cualquier partícula que aceche el bienestar de los dientes. Sin embargo, no basta con sólo aplicar crema al cepillo y proceder al lavado, sino que es indispensable hacerlo de la manera correcta.
2. Lavar frecuentemente los dientes: tal y como se mencionó anteriormente, es indispensable limpiar los dientes con regularidad, incluso al despertar, porque cuando no hay producción de saliva las bacterias se propagan y aparecen las bacterias.
3. Lavar la lengua: es importante cepillar la lengua que en muchas ocasiones es omitida, ya que en ella las bacterias también se adhieren y provocan mal aliento.
4. Usar crema dental con flúor: no se puede minimizar la escogencia de una crema dental, porque a través de ella la placa bacteriana es eliminada. No se debe usar cualquier tipo de crema, sino aquella que esté compuesta de flúor, porque este tiene la capacidad de prevenir la aparición de caries.
5. Uso del hilo dental: aunque no es común usarlo, este elemento hace parte de una buena higiene dental porque retira todas las partículas que quedan entre los dientes, labor que no logra el cepillo.
6. Enjuague bucal: para terminar la rutina de higiene, el uso de enjuague es fundamental porque este no solo da una sensación de frescura, sino que al igual que el cepillo, y el hilo dental, permite una limpieza aún más profunda en áreas que ni los otros elementos logran.