El síndrome de Gilbert es un exceso de bilirrubina en la sangre. Como no tiene prácticamente consecuencias, en principio no es preocupante, pero todo lo que puede afectar al hígado hay que consultarlo por precaución.
Es un problema más común de lo que parece. Entre un 2 % y un 10 % de la población lo tiene. Lo que pasa es que no todos dan la señal más evidente de este síndrome, la ictericia: tener la piel amarilla.
En concreto, esta es una coloración amarilla en la piel, las membranas mucosas o los ojos. El color amarillo proviene de la bilirrubina, un subproducto de los glóbulos rojos viejos. Además, la ictericia es un signo de otras enfermedades, según el portal MedlinePlus.
“Para que la piel tenga la tonalidad amarilla, los niveles de bilirrubina tienen que estar por encima de 3 miligramos por centilitro de sangre y la mayoría de personas con el síndrome no pasan de 1 o 2″, explica Luis Bujanda, expresidente de la Asociación Española de Gastroenterología.
Por su parte, la bilirrubina es un pigmento amarillo que se produce en la sangre, como reacción de la descomposición natural de los glóbulos rojos. Se desplaza por el flujo sanguíneo hasta el hígado y se elimina con la bilis, el líquido que segrega el hígado para ayudar en los procesos digestivos, según el portal Saber Vivir.
Si hay un gran exceso de bilirrubina en la sangre, la piel y los globos oculares pueden adquirir un tono amarillo.
¿Qué indica un exceso de bilirrubina?
La primera opción que se plantea un médico de familia cuando le llega un paciente con ictericia (es decir, con la piel amarillenta) es que puede sufrir una enfermedad del hígado.
Generalmente, les pregunta a los pacientes si han tenido un picor, si la orina es muy oscura o si sufren cansancio, síntomas de un posible fallo hapático.
Para esto, también se pueden indicar ecografías y otras pruebas que generalmente son dirigidas por especialistas en el aparato digestivo.
“Un simple análisis de sangre nos dirá muy claramente si la bilirrubina es por enfermedad hepática o algo de poca importancia”, explica el doctor Bujanda.
¿Cuándo aparece el síndrome de Gilbert?
Aunque el gen esté presente desde que la gente nace, no empieza a dar síntomas en los análisis hasta que llegan a la adolescencia.
Si las personas no se hacen una analítica, es probable que no se detecte y seguirán con su vida normal, sin saber que esta alteración ocurre en su cuerpo.
¿Cuándo se sube la bilirrubina?
“Hay factores que pueden hacer que la bilirrubina de estas personas suba y salga entonces el tono amarillo, pero no tiene la más mínima importancia. No vas a vivir menos”, aclara el gastroenterólogo.
Estos factores son:
- Tener la regla.
- Falta de sueño.
- Deshidratación o falta de alimento.
- Enfermedades víricas.
- Ejercicio físico.
- Estrés.
Las afecciones que pueden causar ictericia incluyen:
- Enfermedad crónica del hígado.
- Trastornos sanguíneos.
- Cáncer del páncreas.
- Acumulación de bilis en la vesícula biliar, debido a la presión en el área abdominal durante el embarazo (ictericia del embarazo).
- Infección del hígado por un virus (hepatitis A, B, C, D y E) o por un parásito.
- Uso de ciertos fármacos (como una sobredosis de paracetamol) o reacciones a otros medicamentos o exposición a tóxicos (por ejemplo, hongos venenosos).
- Anomalías congénitas o trastornos presentes desde el nacimiento que le dificultan al cuerpo la descomposición de la bilirrubina (tales como síndrome de Gilbert, de Dubin-Johnson, el de Rotor o el de Crigler-Najjar).