Según la Fundación Española de la Nutrición (FEN) las almendras nacen del almendro, un árbol que alcanza hasta 10 metros de altura, y cuyas flores pueden ser de color blanco, rosado o blanco rosáceo.

“Dependiendo de las variedades, que pueden ser dulces o amargas, su sabor varía desde el suave lechoso hasta el amargo seco. Las almendras dulces, a diferencia de las amargas, son las que se consumen como fruto seco y comprenden dos variedades, de cáscara blanda y de cáscara dura. En cambio, todas las almendras amargas tienen cáscara dura.

Aparentemente, no se diferencian unas de otras, salvo en su tamaño, que es ligeramente mayor en las almendras dulces. Sí existe una clara diferencia en su sabor, ya que las almendras amargas, como su propio nombre indica, presentan un fuerte sabor amargo”, señaló la fundación.

Adicional, la FEN indicó que las almendras aportan proteínas, ácidos grasos monoinsaturados, ácidos grasos insaturados, fibra, calcio, fósforo, magnesio, hierro, zinc, potasio, vitamina E, riboflavina, tiamina, niacina y folatos.

Además, recordó que el origen del cultivo de la almendra se localiza en Asia, en una zona bastante amplia de Oriente Próximo, desde el mar Egeo hasta la meseta de Pamir, comprendiendo Mesopotamia, Irán, Turkestán y Kurdistán.

Igualmente, también son ricas en antioxidantes, como taninos, flavonoides y vitamina E, por lo que ayudan a combatir el exceso de radicales libres en el organismo y previenen el surgimiento de diversas enfermedades, de acuerdo con el portal portugués de salud, nutrición y bienestar Tua Saúde.

Sobre la misma línea, indicó cuáles son los principales beneficios de consumir almendras de forma regular:

1. Tratar y prevenir la osteoporosis por ser ricas en fósforo y calcio.

2. Prevenir el cáncer, ya que tiene propiedades antioxidantes que ayudan a combatir el exceso de radicales libres.

3. Favorecer el aumento de la masa muscular al ser una oleaginosa rica en proteínas.

4. Disminuir colesterol “malo” LDL, porque tiene buenas cantidades de omega 3, 6 y 9, que son grasas saludables con acción antiinflamatoria.

5. Evitar enfermedades neurológicas, ya que tienen acción antioxidante y antiinflamatoria, lo cual es beneficioso para el cerebro, porque protege las células del sistema nervioso central contra la inflamación y los radicales libres, previniendo enfermedades neurológicas como el alzhéimer y la demencia, según explicó el portal.

6. Ayudar a controlar y prevenir la diabetes, pues los compuestos antioxidantes, como flavonoides y taninos, previenen la resistencia a la insulina y la diabetes.

7. Combatir el estreñimiento, ya que tiene un alto contenido de fibra y esto ayuda a mantener la salud intestinal.

8. Disminuir la presión alta, porque son ricas en magnesio, un mineral que favorece la relajación de los vasos sanguíneos.

9. Favorecer la pérdida de peso, pues su bajo índice glucémico y sus altas cantidades de proteína y fibra generan saciedad.

10. Evitar calambres, porque al ser ricas en potasio y calcio, las almendras mantienen la salud y favorecen la relajación muscular.

Por su parte, hay que señalar que se pueden encontrar almendras en el mercado durante todo el año, ya sean empaquetadas, enlatadas, con cáscara, peladas, crudas y/o tostadas y la cantidad ideal recomendada por día es de 30 gramos, que equivale a 25 unidades aproximadamente.

De igual forma, el portal portugués reveló que las almendras se pueden consumir al natural, siendo recomendable darle prioridad a la versión que tiene piel, ya que contiene más antioxidantes y fibras.

Información nutricional por cada 100 g de almendras

  • Energía: 643 calorías
  • Grasas: 56 g
  • Carbohidratos: 7,2 g
  • Proteínas: 21,6 g
  • Fibras: 12 g
  • Vitamina E: 24 mg
  • Vitamina B1: 0,21 mg
  • Vitamina B2: 0,75 mg
  • Vitamina B3: 2,2 mg
  • Vitamina B9: 49 mcg
  • Calcio: 270 mg
  • Potasio: 860 mg
  • Magnesio: 260 mg
  • Fósforo: 410 mg
  • Hierro: 4 mg
  • Zinc: 3,1 mg.