Con el aumento en el uso de pantallas y la sobreexposición a muchos más estímulos visuales, los casos de enfermedades oculares han ido aumentando progresivamente en todo el mundo.
Los profesionales en la salud aseguran que luego de cumplir los 40, un adulto promedio puede empezar a notar que le cuesta más leer letras pequeñas o anuncios que están muy lejos. Por ello, se hace imprescindible acudir al oftalmólogo para que este recete gafas o lentes, de acuerdo a la situación.
Para algunas personas este proceso puede ser tardado y representar un costo elevado. Por ello, algunas optan por adquirir gafas genéricas con aumento. Estas pueden costar casi un tercio del precio de unas recetadas. Sin embargo, no son tan buenas para la salud.
¿Son buenas las gafas genéricas que venden en farmacias?
Aunque estas gafas no representan un riesgo alto para quienes las usan, el portal El Diario asegura que pueden ser nocivas si se utilizan de forma regular y como reemplazo de unas gafas recetadas.
La razón, sustentada por varios profesionales, es que la mayoría de personas que tienen este problema no tienen la misma visión en cada ojo. Es decir, tienen defectos como miopía, hipermetropía o astigmatismo en cada uno.
Esto también diferencia las gafas de una óptica, pues están diseñadas especialmente para una persona y para corregir los problemas que tenga, variando el aumento o la distancia en una cantidad exacta.
De acuerdo con el Consejo Europeo de Optometría y Óptica, recomiendan no hacer uso de estas al momento de conducir, ver televisión u otras actividades que impliquen un esfuerzo de la vista. Esto se debe a que pueden causar fatiga visual, dolor de cabeza, náuseas, ojos llorosos y otros problemas.
Las cifras de esa organización demuestran que aproximadamente el 33% de la población europea es miope, y que estos no se benefician con las gafas de farmacia o llamadas readyreaders.
Si la graduación es diferente en cada ojo, los lectores no podrán ver correctamente, pues en uno de los ojos se verá borroso, lo que causará una mayor tensión al realizar una lectura.
Las personas que son más propensas a enfermedades oculares como la degeneración macular, cataratas o incluso otras no oculares como la diabetes, podrían aumentar el riesgo de padecer estas patologías al usar este tipo de gafas.
Recuerde que antes de incorporar o hacer uso de estas gafas, es importante consultar primero con un especialista que le indique si en sus condiciones de salud puede usarlas.