Mantener un peso adecuado es uno de los propósitos que tienen muchas personas en el mundo y para lograrlo una de las principales recomendaciones es tener una dieta balanceada que debe ir acompañada de una rutina de ejercicios.
Además del aspecto estético que muchos quieren mejorar, el tema de la salud también juega un papel fundamental en ese objetivo, ya que se busca ante todo evitar la obesidad.
De lograr ese objetivo se alejan fantasmas como las enfermedades cardiovasculares y la diabetes, que son las principales consecuencias de tener un peso alto.
Disminuir el peso reduce la presión arterial, disminuye los niveles de triglicéridos en la sangre y aumenta el colesterol HDL (colesterol bueno). De esta manera se evitan situaciones como un infarto de miocardio o un accidente cerebrovascular.
Seguir una dieta balanceada incluye el consumo de verduras, frutas y granos integrales, como arroz integral, avena y pan integral, así como productos lácteos sin grasa o con bajo contenido de grasa, como leche, yogur y queso, y productos similares, como las bebidas de soya.
Los expertos también aconsejan incluir una variedad de alimentos con proteínas, incluso mariscos, carnes y aves con poca grasa, huevos, legumbres (frijoles y guisantes), nueces, semillas y productos de soya.
Igualmente, se aconseja utilizar los aceites de oliva y canola, que se encuentran en las nueces, aceitunas y aguacates
Así como aconseja lo que se debe consumir, los expertos advierten qué se debe dejar a un lado en ese objetivo de mejorar la salud y cuidar el peso.
Entre esas recomendaciones se encuentra consumir menos alimentos y bebidas que contienen carbohidratos refinados, azúcares añadidos y sal (sodio), controlar el tamaño de las porciones y limitar los alimentos con grasas saturadas y grasas trans, como las que se encuentran en los postres y las comidas fritas, de acuerdo con el portal del National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases.
Otras ayudas
Además de tomar agua, existen otras bebidas que pueden ayudar a reducir peso. Inicialmente, es importante tener en cuenta que un adulto sano necesita unos 35 ml de agua al día por kilo de peso. Es la recomendación general de los organismos científicos como la OMS.
“Una persona de 50 kg necesita 1,7 litros; una de 60 kg, 2,1 litros; una de 70 kg, 2,4 litros; y una de 80 kg, 2,8 litros. Como norma general, a mayor peso corporal, mayor cantidad de agua”, de acuerdo con el organismo.
Como señalamos anteriormente, existen otras bebidas como el té que cumplen con ese objetivo. Uno de ellos es el té rojo que según algunos expertos es ideal para reducir de peso.
Señalaron que ayuda a quemar grasas debido a su poder termogénico. Igualmente, contribuye a bajar los niveles de colesterol. Por su propiedad de diurético, previene la retención de líquidos y favorece la eliminación de toxinas.
Así como el rojo, el té verde también es una buena infusión para adelgazar, ya que es un excelente antioxidante y una de las mejores bebidas quemagrasa, por su capacidad saciante y por su acción termogénica.
Aunque ambas bebidas cumplen con el propósito de bajar de peso, una diferencia importante. El té rojo tiene mayor efecto saciante que el té verde, puesto que es más denso y ayuda a reducir el apetito.
Los expertos aclararon que no es que su poder adelgazante sea mayor, pero al ser más saciante, ayudará mucho en la dieta.
En lo que sí coinciden es que ambos tienen la propiedad de aumentar la temperatura del organismo, por lo que hace que este consuma energía más rápido.
Se recomienda tomar una taza de té rojo por la mañana y otra de té verde por la tarde, esto debido a que el primero tiene una alta cantidad de teína, por lo que es mejor evitarlo en las últimas horas del día para prevenir problemas de insomnio. En ambos casos se pueden acompañar con unas gotas de limón y endulzarlos con un poco de canela en polvo.