Saltarse el desayuno para poder dormir por un periodo de tiempo más prologado, comer tarde luego de pasar un rato agradable con amigos o comer tarde después de una extensa jornada laboral son parte de los hábitos que muchas personas suelen tener; sin embargo, comer a deshoras puede traer problemas de salud.

El portal de salud y belleza Mejor con Salud asegura que es importante tener buenos hábitos alimentarios, los cuales incluyen elegir una dieta sana y equilibrada, pero también tener cuidado con los horarios y el ambiente en el que se come.

Para entender la razón por la que comer a deshoras puede traer riesgos para la salud hay que hablar de ritmos circadianos.

En ellos suceden todas las actividades fisiológicas del ser humano, como el sueño, la liberación de hormonas o los cambios de temperatura. El reloj biológico del cuerpo, que se encarga de controlar la mayoría de estos ritmos, se encuentra en una región del cerebro llamada hipotálamo.

La luz es el mayor estímulo que influye en los ritmos circadianos, los cuales obedecen no solo a factores naturales del organismo, sino también a señales del ambiente. Hay un pequeño nervio en el ojo que no tiene nada que ver con la visión, pero sí ayuda a diferenciar la luz de la oscuridad y participa en la producción de hormonas, ya sea para dormir o estar activos.

Este transmite la información visual desde la retina hasta el cerebro, específicamente al núcleo supraquiasmático (NSQ), situado en el hipotálamo y encargado de regular los ritmos circadianos mediante la secreción de melatonina, la llamada hormona del sueño.

La melatonina es una hormona que se produce durante la fase oscura del día, es decir, mientras dormimos en la noche. | Foto: Getty Images

Según el medio, comer más tarde o más temprano es un factor que puede afectar la sincronización de estos ritmos. Por ejemplo, aquellas personas que trabajan en un turno nocturno están expuestos a estímulos externos fuera de las horas habituales, como la luz artificial en la noche.

La Agencia Internacional de Investigación en Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés) ha concluido que las personas que trabajan en horario nocturno tienen más probabilidades de padecer cáncer de próstata, mama y colón. La IARC cree que la exposición artificial durante la noche reduce la producción de melatonina, hormona con un efecto anticancerígeno.

En 2018, un estudio encabezado por el profesor Manolis Kogevinas evidenció que cenar antes de las 9 p. m. se asociaba con un menor riesgo de padecer cáncer de próstata y mama, en comparación con una cena después de las 10:00 p. m. Cabe mencionar que comer tarde puede inducir a una mayor ingesta calórica, lo que puede afectar el peso corporal y el metabolismo.

Dejar un margen de tiempo de dos horas o más entre la cena y la hora de dormir puede reducir el riesgo de padecer los tipos de cáncer antes mencionados, en comparación con aquellas personas que se duermen después de comer.

Otro estudio liderado por el doctor Bernard Srour, con datos de la cohorte francesa NutriNet-Santé, evidenció resultados similares. Comer más tarde de las 9:30 p. m. se asociaba con un mayor riesgo de padecer cáncer de próstata y mama.

Comer después de las 9:30 p. m puede aumentar el riesgo de padecer de cáncer. | Foto: spxChrome

Consecuencias de comer a deshoras

El portal web Mejor con Salud asegura que comer a deshoras puede traer consecuencias a corto y largo plazo.

  • Síntomas digestivos: puede ser una consecuencia a corto plazo. Las comida a deshoras puede ocasionar mala digestión, flatulencias o ardor en el estómago.
  • Consecuencias cardiometabólicas: comer de manera irregular puede estar asociado con la presión arterial elevada y el aumento de peso desmedido. Cabe mencionar que seguir un patrón regular de comidas genera en un impacto positivo en los valores de insulina máxima y en los niveles de colesterol LDL (bueno).