Uno de los principales hábitos que debe mantener una persona para gozar de buenas condiciones de salud es llevar una dieta alimenticia saludable, en la que prevalezca el consumo de alimentos de origen vegetal y animal como las frutas, las verduras, las carnes magras, las legumbres, los frutos secos, los huevos, los cereales integrales, los lácteos y las semillas.
De lo contrario, si se abusa del consumo de los productos ricos en grasas dañinas, azúcar y sodio, el cuerpo puede llegar a reaccionar de forma negativa tarde o temprano. Algunos de los cambios perjudiciales que se presentan en el organismo son la elevación de los niveles de la glucosa en la sangre y problemas digestivos.
En el caso de las verduras, la zanahoria es considerada como un alimento con alto contenido en nutrientes, vitaminas, y propiedades que benefician la salud del organismo, ayudando en el buen funcionamiento y el desarrollo de las funciones que desempeña este vegetal.
Sin embargo, existen varios interrogantes sobre el cómo debería ser consumido este vegetal, si crudo o cocinado. Pero la plataforma Huercasa resolvió y dio algunas recomendaciones sobre la preparación que más beneficios tiene la zanahoria.
¿Cruda o cocinada?
La zanahoria cruda tiene importantes propiedades antioxidantes, además de que sus pigmentos vegetales llamados betacarotenos –el cual le dan su color naranja–, son componentes que tienen un alto contenido en vitaminas A, las cuales benefician la “piel, la vista, la formación de los huesos, y para la fertilidad y reproducción.
Por ende, son muchos más los beneficios que se pueden aprovechar de la zanahoria en crudo, entre ellos el calcio, fósforo, magnesio, hierro, potasio y yodo, además de la vitamina C, E y del “grupo B, siendo una gran fuente de B9, ácido fólico, tan importante en la mujer durante y antes de su embarazo”, según la fuente citada.
Por su parte, esta hortaliza cocida especialmente al vapor no pierden sus propiedades nutricionales, ya que cuando “se cuecen, sus carbohidratos se hidrolizan en cadenas de azúcar más pequeñas, siendo de este modo su digestión más corta, por lo que sus hidratos de carbono se asimilan más rápidamente que cuando se consume cruda”.
“Las zanahorias cocidas tienen menos calorías que las zanahorias crudas, cien gramos de zanahoria cruda nos reporta unas 40 calorías, mientras que si la cocinamos estamos ante unas 35″, precisa la fuente citada.
Por ejemplo, cuando la zanahoria es cocida o al vapor, es ideal para evitar y prevenir problemas digestivos, úlceras estomacales, gastritis, entre otros, “gracias a sus efectos calmantes, reparadores y suavizantes de las paredes mucosas del sistema digestivo”.
De todos modos, antes de consumir algún alimento, lo primero que hay que hacer es consultar al médico tratante o a un nutricionista para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona, pues las anteriores recomendaciones no son las indicadas para todas las personas, ya que la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.