La diabetes es una enfermedad crónica. Es decir, es de larga duración y afecta la forma en la que el cuerpo convierte los alimentos en energía, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), de Estados Unidos.

Normalmente, el organismo descompone la mayor parte de los alimentos y los convierte en azúcar, también llamado glucosa y posteriormente los libera al torrente sanguíneo. El páncreas produce una hormona llamada insulina, que actúa como una llave que permite que el azúcar que se encuentra en la sangre ingrese a las células para que estas la usen como energía.

Cuando una persona padece de diabetes, el cuerpo no produce una cantidad suficiente de insulina o no puede usar adecuadamente la que genera. En los casos en los que no hay suficiente de esta hormona o las células dejan de responder a la misma, queda demasiado azúcar en el torrente sanguíneo y, con el tiempo, es posible que esto cause problemas de salud graves, como enfermedad del corazón, pérdida de la visión e inconvenientes en los riñones.

Pero, estos no son los únicos órganos que pueden afectarse. También es posible que el cerebro esté expuesto a enfrentar consecuencias por cuenta de los niveles de azúcar elevados o específicamente de la diabetes tipo 2.

El consumo de una alimentación equilibrada es una de las mejores formas de manetener los niveles de azúcar bajo control. | Foto: Fertnig/Getty Images

Así se afecta el cerebro

De acuerdo con información de Alzheimer’s Association, comparado con las personas que no tienen diabetes, quienes padecen esta enfermedad corren un alto riesgo de desarrollar problemas como la demencia.

“Una persona con demencia tiene más y más dificultad en recordar cosas y en pensar claramente. La forma más común de la demencia es la enfermedad de Alzheimer. Otro tipo de demencia es demencia vascular. El mal de Alzheimer y la demencia vascular pueden, ambos, tener una conexión con la diabetes”, precisa la citada fuente.

Si bien los médicos no tienen claridad sobre cuál es la causa de la enfermedad de Alzheimer o cómo se relaciona exactamente con la diabetes, lo que sí se sabe es que la resistencia a la insulina, un nivel alto de azúcar en la sangre o la diabetes pueden dañar el cerebro de las siguientes formas:

La enfermedad de Alzheimer es una de las formas más frecuentes de demencia. | Foto: Getty Images / PamelaJoeMcFarlane
  • La resistencia a la insulina y la diabetes tipo 2 aumentan el riesgo de enfermedades cardiovasculares y derrame cerebral, los cuales pueden dañar el corazón y los vasos sanguíneos. El daño de los vasos sanguíneos en el cerebro puede contribuir al desarrollo de la enfermedad de Alzheimer.
  • El cerebro depende de diferentes sustancias químicas que en ocasiones pierden su balance debido al exceso de insulina. Algunos de estos cambios es posible que desencadenen el inicio o el desarrollo del alzhéimer.
  • Un alto nivel de azúcar en la sangre produce inflamación, la cual, de ser permanente daña las células del cerebro y contribuye al desarrollo de la mencionada enfermedad.

Aunque no hay análisis contundentes, por ahora los científicos investigan si las medicinas usadas para la diabetes tipo 2 pueden ayudar a prevenir o tratar la enfermedad de Alzheimer. Según la Alzheimer’s Association, se están llevando a cabo pruebas de algunos medicamentos diabéticos para investigar sus beneficios en este padecimiento del cerebro.

El alzhéimer puede estar muy relacionado con la diabetes. | Foto: fotografixx | Getty Images

¿Cómo prevenir la diabetes?

Adoptar un estilo de vida saludable es la mejor forma, según los expertos, de prevenir tanto la prediabetes, como la diabetes tipo 2 y la gestacional. Estos son algunos de los hábitos que deben tenerse en cuenta.

  • Comer alimentos saludables: Elegir productos ricos en fibra, con bajo contenido graso y pocas calorías. Lo recomendable es centrarse en las frutas, las verduras y los granos integrales.
  • Actividad física: Es importante realizar unos 30 minutos de actividad aeróbica moderada la mayoría de los días, lo que quiere decir al menos 150 minutos de actividad aeróbica moderada a la semana.
  • Perder peso: Si se tiene sobrepeso es importante bajarlo. Reducir el 7 % del peso corporal puede bajar el riesgo de tener diabetes. Para mantenerse en un rango saludable, lo ideal es centrarse en cambios a largo plazo en los hábitos de alimentación y de ejercicio. Los beneficios de perder peso, son diversos e incluyen tener un corazón más sano, más energía y una mayor autoestima.