La osteoporosis es una enfermedad que hace que los huesos se debiliten y se vuelvan quebradizos, de acuerdo con Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.
Además, Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, explicó que cualquier persona puede desarrollar osteoporosis, pero es más común en mujeres adultas mayores y los factores de riesgo incluyen:
- El envejecimiento.
- Ser de talla pequeña y delgada.
- Antecedentes familiares de osteoporosis.
- Tomar ciertos medicamentos.
- Ser mujer de raza blanca o asiática.
- Tener baja densidad ósea.
Sobre la misma línea, la Biblioteca indicó que no hay síntomas en las etapas iniciales de la osteoporosis, pero una vez que esta debilita los huesos, se podrían tener signos y síntomas que incluyen los siguientes:
- Dolor de espalda, provocado por una vértebra fracturada o aplastada.
- Pérdida de estatura con el tiempo.
- Un hueso que se rompe mucho más fácilmente de lo esperado.
Ahora bien, para prevenir la enfermedad es importante consumir calcio, ya que este mineral ayuda a proteger los huesos, y Medline Plus indicó que las formas de calcio incluyen:
- Carbonato de calcio. Los productos antiácidos de venta libre contienen carbonato de calcio. Estas fuentes de calcio no cuestan mucho. Cada píldora o masticable suministra 200 mg o más de calcio. Esta forma de calcio debe tomarse con las comidas.
- Citrato de calcio. Esta es una forma más costosa del calcio. Se absorbe bien con el estómago vacío o lleno. Las personas con niveles bajos de ácido gástrico (una afección que es más común en personas de más de 50 años de edad) absorben el citrato de calcio más fácilmente que el carbonato de calcio.
- Otras formas, como el gluconato cálcico, lactato de calcio, fosfato de calcio. La mayoría contiene menos calcio que las formas de carbonato y citrato, además no brindan ninguna ventaja.
Por su parte, es importante señalar que la cantidad diaria de calcio que se necesita dependerá de la edad y sexo, pero a continuación, figuran las cantidades promedio diarias recomendadas, expresadas en miligramos (mg), según el Instituto Nacional de Salud (NIH por sus siglas en inglés):
- Bebés hasta los 6 meses: 200 mg
- Bebés de 7 a 12 meses: 260 mg
- Niños de 1 a 3 años: 700 mg
- Niños de 4 a 8 años: 1.000 mg
- Niños de 9 a 13 años: 1.300 mg
- Adolescentes de 14 a 18 años: 1.300 mg
- Adultos de 19 a 50 años: 1.000 mg
- Hombres adultos de 51 a 70 años: 1.000 mg
- Mujeres adultas de 51 a 70 años: 1.200 mg
- Adultos mayores de 71 años: 1.200 mg
- Adolescentes embarazadas y en período de lactancia: 1.300 mg
- Adultas embarazadas y en período de lactancia: 1.000 mg
Según algunos estudios, quienes consumen grandes cantidades de calcio podrían tener un riesgo mayor de cáncer de próstata y enfermedades cardíacas.
Asimismo, los institutos explicaron que el exceso de calcio en la sangre y la orina puede causar falta de tono muscular, mal funcionamiento de los riñones, niveles bajos de fosfato, estreñimiento, náuseas, pérdida de peso, cansancio extremo, necesidad frecuente de orinar, ritmo cardíaco anormal y un alto riesgo de muerte por enfermedad cardíaca.
Sin embargo, los niveles elevados de calcio en la sangre y en la orina suelen deberse a un trastorno de salud, como niveles elevados de la hormona paratiroidea o cáncer, y no al consumo excesivo de calcio.
De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica y por ello lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.