El sistema cardiovascular, también llamado aparato circulatorio, incluye el corazón, la sangre y los vasos sanguíneos (arterias y venas), de acuerdo con MedlinePlus, en donde indican que “la función principal del corazón es bombear sangre oxigenada al cuerpo después de que bombea sangre desoxigenada a los pulmones. Normalmente hace esto de 60 a 100 veces por minuto, 24 horas al día”.

Por lo anterior, la salud del corazón debe cuidarse muy bien, ya que al enfermar en alguna de las partes de este sistema, se acrecienta el riesgo de morir en un gran porcentaje, dado que el corazón es indispensable para que el cuerpo tenga vida y funcione.

Bupasalud explica que otra de las funciones del sistema cardiovascular “es también transportar el dióxido de carbono, un producto de desecho, desde todo el cuerpo al corazón y pulmones para finalmente eliminar el dióxido de carbono a través de la respiración”.

Las enfermedades cardiovasculares son una de las principales causas de muerte en el mundo. | Foto: peter dazeley

Por su parte, el colesterol es una molécula que el cuerpo humano necesita para su correcto funcionamiento, sin embargo, su exceso de concentración en las vías sanguíneas pueden llevar a diferentes afectaciones en la salud, así como la producción de enfermedades cardiovasculares o, incluso, hasta causar la muerte.

Para cuidar el organismo y prevenir todo tipo de enfermedades cardiovasculares o por el colesterol, los nutricionistas y demás profesionales de la salud recomiendan consumir de forma regular los diferentes alimentos de origen vegetal. Entre estos resaltan las frutas, las verduras, las legumbres, los cereales integrales y los frutos secos. Cada uno de ellos le aportan una gran cantidad de vitaminas y demás minerales al organismo.

Uno de ellos es el pistacho, un pequeño fruto seco de color verde. Encerrado en una cáscara dura que se rompe al madurar, está cubierto por una fina piel roja. Este fruto seco es uno de los más apetecidos a la hora de comerse un pequeño snack o para acompañamiento de platos, postres o bebidas.

Este alimento es ideal para consumir entre comidas. | Foto: Getty Images

Sin embargo, pocos conocen sus beneficios para la salud. Estos frutos secos aportan un 20 % de proteínas vegetales, tanto como las legumbres, aunque se comen en menor cantidad. También, contienen un 28 % de hidratos de carbono, que al ser absorbidos lentamente por el organismo procuran energía gradual, según el portal de salud Cuerpo y Mente.

Los expertos de la Fundación Española de la Nutrición (FEN) indican que los pistachos son fuente de: ácidos grasos insaturados, ácidos grasos monoinsaturados, fibra, calcio, magnesio, zinc, potasio, fósforo, hierro, tiamina, vitamina E y folatos.

Ahora bien, el pistacho es bueno para el corazón: este fruto seco es ideal para la reducción del colesterol y del riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes de tipo 2, cálculos biliares, extirpación de la vesícula biliar y cáncer de colon en las mujeres, según el magacín MensHealth.

Se recomienda generalmente comer un puñado de frutos secos al día. Sin embargo, en el caso de los pistachos, se recomienda consumir 49 unidades al día, lo que corresponde a cerca de 30 gramos si no tienen cáscara.

La dieta mediterránea también funciona

Para dar a conocer los secretos de la dieta mediterránea, un grupo de expertos realizó una investigación profunda y exponer los resultados en el informe ‘La dieta mediterránea, sus componentes y las enfermedades cardiovasculares’. A nivel general, descubrieron que la alimentación de este tipo contribuye a darle mejoría a las personas con enfermedades cardiovasculares.

Independiente de la raza, origen étnico, país de origen, sexo o edad; los expertos aseguran que las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de mortalidad y morbilidad a nivel mundial, lo cual genera que sea una complicación de salubridad global.

Tomar todos los días este fruto es una forma fácil y asequible de mantener el organismo en condiciones óptimas. | Foto: Getty Images

Con base en ese panorama, los expertos indican que la alimentación es fundamental para evitar esta serie de complicaciones. La dieta no selecciona alimentos específicos ni limita las calorías, sino que más bien enfatiza la abundancia de alimentos vegetales, el aceite de oliva como fuente principal de grasa, la cantidad limitada de productos lácteos, el consumo de cantidades moderadas de pescado, aves y vino, bajas cantidades de carne roja y fruta fresca diariamente.

La dieta mediterránea ofrece estos alimentos, lo cual genera que sea positiva para la salud cardiovascular. Al poner a prueba su impacto en los pacientes, el informe señala que hubo una reducción significativa en los eventos de enfermedades cardiovasculares fuera abrumadoramente evidente en los brazos de la dieta mediterránea.