La diabetes es una enfermedad crónica que afecta la capacidad del cuerpo para procesar el azúcar, bien sea porque tiene dificultades para producir o usar la insulina disponible (una hormona que permite procesar el azúcar en la sangre).

Hay dos tipos de diabetes: la tipo 1, que generalmente afecta a los pacientes desde la adolescencia y está relacionada con la incapacidad del páncreas para producir suficiente cantidad de insulina debido a defectos en el sistema inmune; y la tipo 2, que es más común entre los mayores de 45 años y afecta a personas con sobrepeso o con antecedentes familiares de la enfermedad.

Después de recibir su diagnóstico, los pacientes con diabetes deben seguir una serie de hábitos que van desde incluir el tratamiento médico en su cotidianidad a implementar una dieta saludable y cuidadosa.

Para empezar, según la Clínica Mayo de Estados Unidos, es fundamental que los pacientes sigan las recomendaciones de su médico tratante y los medicamentos que les recetan. Así mismo, el tratamiento puede cambiar dependiendo del tipo de diabetes que presente cada persona.

“El tratamiento para la diabetes tipo 1 implica la colocación de inyecciones de insulina o el uso de una bomba de insulina, así como controles frecuentes del nivel de glucosa sanguínea y el conteo de hidratos de carbono. El trasplante de páncreas o de células de los islotes puede ser una opción para algunos pacientes con diabetes tipo 1″, advierte la Clínica Mayo.

Mientras tanto, esa fuente médica anota que para tratar la diabetes tipo 2 generalmente se les pide a los pacientes hacer cambios profundos en sus hábitos diarios y se les hace un seguimiento a los niveles de azúcar que tienen en la sangre.

Medir los niveles de glucosa en la sangre de forma periódica es clave para seguir el estado de salud de los pacientes con diabetes. | Foto: Foto: Getty images.

Así mismo, es frecuente que se les administren medicamentos orales especiales para tratar la diabetes y les suministren insulina.

Estas son las verduras que deben comer los diabéticos

Para todas las personas que tienen diabetes es fundamental alimentarse de forma adecuada. Para lograrlo, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por su sigla en inglés) señalan que es fundamental contar con un plan nutricional que se diseñe de la mano de un profesional médico.

Una dieta rica en frutas y verduras puede ser de gran ayuda para los pacientes que tienen diabetes.

“Un plan de comidas lo guía acerca de cuándo, qué y cuánto comer para conseguir la nutrición necesaria y al mismo tiempo mantener los niveles de azúcar en la sangre dentro de su margen objetivo. Un buen plan de comidas tendrá en cuenta sus metas, gustos y estilo de vida, como también los medicamentos que esté tomando”, indican los CDC.

Esas autoridades sanitarias les recomiendan a los pacientes consumir frutas que no contienen almidón, que podría subir los niveles de azúcar en la sangre.

Entre estas verduras se encuentran:

  • Las espinacas,
  • El brócoli.
  • La lechuga.
  • Los pimentones.
  • Las zanahorias.
  • Los nabos.
  • Los calabacines.
  • Las cebollas.
  • Las berenjenas.

Así mismo, señalan que es clave que la dieta incluya alimentos que no cuenten con azúcares añadidos. Y especifican que es importante que algunos granos refinados como el pan blanco, la pasta y el arroz tengan menos de 2 gramos de fibra por cada ración.

El brócoli y las verduras sin almidón pueden incluirse en la dieta de las personas diabéticas. | Foto: aluxum

Recomiendan que aumente el consumo de “alimentos enteros” en vez de comer alimentos procesados y menos aún ultraprocesados.

“Los carbohidratos de los alimentos que come hacen subir los niveles de azúcar en la sangre. La rapidez con que suban el azúcar en la sangre dependerá de lo que coma y con qué lo acompañe. Por ejemplo, tomar jugo de fruta hace subir el nivel de azúcar en la sangre más rápido que comer frutas enteras. Comer carbohidratos con alimentos que tienen proteína, grasas o fibra hace que el azúcar en la sangre suba más lentamente”, concluyen los CDC.

Por último, indican que es fundamental que los pacientes coman la misma cantidad de carbohidratos en cada comida, para facilitar la forma en la que los incluyen en sus dietas.