El reflujo gastroesofágico es una molestia muy común, que afecta a millones de personas. Se presenta cuando el contenido del estómago se devuelve hacia el esófago. Normalmente, el contenido gástrico o intestinal no pasa al esófago, ya que existe un esfínter que actúa como una válvula que se encarga de impedir el paso del alimento.

Sin embargo, según la Clínica Universidad de Navarra (CUN), en España, cuando esta barrera muscular se altera o relaja inadecuadamente, el contenido gástrico pasa al esófago, irritando la mucosa y produciendo diferentes síntomas o complicaciones.

El ardor y la quemazón son las señales más evidentes de esta molestia. Generalmente, es un malestar que empeora después de las comidas y se presenta con más frecuencia durante el descanso nocturno o cuando se flexiona el tronco, aseguran los especialistas de la CUN.

La mala digestión puede provocar acidez estomacal. | Foto: Getty Images/iStockphoto

También ocurre que en algunas oportunidades los síntomas sean respiratorios como afonía o carraspera, lo que se presenta como consecuencia de la irritación de la laringe por el ácido refluido. De igual forma, se puede presentar dificultad respiratoria por aspiración del ácido a esta vía.

Tomar agua

Cuando una persona tiene este padecimiento puede consumir algunas bebidas que ayudan a aliviarlo. La primera recomendación es tomar agua, pues es un líquido que tiene un pH neutro, por lo que su ingesta puede ayudar a controlar y equilibrar el del estómago, reduciendo la acidez. La recomendación es ingerir al menos dos litros de agua al día.

Otra opción es la ingesta de infusiones, pues hay ciertas hierbas que ayudan a mejorar la digestión y a aliviar problemas como el reflujo. Estas son algunas de las que pueden resultar de utilidad.

Hay alimentos que pueden generar afecciones estomacales y digestiones pesadas. | Foto: Getty Images

Jengibre

Esta raíz es rica en gingerol, shogaol y zingerona, sustancias que le confieren propiedades antiinflamatorias. Por ello, el consumo de su infusión ayuda a aliviar la inflamación del esófago y a disminuir la acidez del estómago, según el portal de bienestar y salud Tua Saúde.

Para preparar la bebida se usa un centímetro de raíz de jengibre cortada o rallada y un litro de agua. Cuando esté en punto de ebullición se añade la raíz y se hierve de cinco a 10 minutos más. Se retira del fuego, se deja reposar, se cuela y se bebe la infusión de tres a cuatro dosis distribuidas a lo largo del día, 20 minutos antes de las comidas.

Una recomendación es que esta bebida no la pueden consumir personas con sangrado activo en el estómago, causado por úlceras, por ejemplo, o pacientes que estén usando medicamentos anticoagulantes, para evitar hemorragias.

La infusión de jengibre ayuda a aliviar el reflujo esofágico. | Foto: Getty Images

Mostaza

Las propiedades alcalinas de la mostaza y su efecto antiinflamatorio ayudan a controlar el reflujo, según una publicación de la revista Mejor con Salud, escrita por Carolina Betancourth. El consumo de este alimento ayuda a controlar la irritación en la mucosa digestiva y disminuye la quemazón ocasionada por el exceso de fluidos ácidos.

Para preparar una infusión se requiere de una cucharada de mostaza amarilla y una taza de agua. Se pone a hervir el agua, se retira del fuego y se agrega la mostaza. Después se deja que repose diez o quince minutos y se consume. Lo recomendable es tomarla después de las comidas principales.

La infusión de manzanilla aporta beneficios digestivos. | Foto: Semana

Manzanilla

Las propiedades de esta planta la hacen ideal para atacar no solo el reflujo sino también otros problemas digestivos. Ayuda a digerir mejor los alimentos y a evitar los ardores de estómago. Se dice que es una hierba que posee propiedades antiinflamatorias, digestivas y antiespasmódicas que actúan controlando la producción de ácidos en el estómago.

Para preparar la bebida se usan cuatro gramos de flores, que se agregan a una taza de agua hirviendo. Luego, se tapa y se deja reposar por cuatro a cinco minutos. Posteriormente, se cuela y se beben hasta cuatro tazas al día.