La artritis es una enfermedad que se caracteriza por hinchazón y sensibilidad en una o más articulaciones. Los dos tipos más comunes son la osteoartritis, también conocida como una afección degenerativa de las articulaciones y la artritis reumatoidea (AR).

La primera aparece con la edad o puede presentarse luego de un trauma u otro tipo de lesión en una articulación, mientras la segunda es una enfermedad autoinmune que ocurre en los adultos jóvenes, en la que las propias defensas del cuerpo atacan el recubrimiento de las articulaciones.

Los síntomas más comunes son el dolor articular, inflamación, enrojecimiento y calor de la piel alrededor de la articulación, disminución de la capacidad para mover la articulación y rigidez articular, especialmente por la mañana, según precisa el portal Top Doctors, de España.

Información de la compañía de salud Sanitas, indica que si la artritis se transforma en una enfermedad crónica, lo que es frecuente en personas mayores, el tratamiento se centra en el control de los síntomas, en particular del dolor, y mejorar la funcionalidad o evitar que ésta se deteriore aun más.

Una de las mejores formas de hacerle frente a este padecimiento es llevando una dieta indicada. De acuerdo con el portal de salud y bienestar Tua Saúde, la alimentación aconsejable para cualquier tipo de artritis y para la artrosis debe incluir productos que posean propiedades antiinflamatorias, como es el caso de los pescados, frutos secos y los alimentos ricos en vitamina C, por ejemplo.

El dolor en las articulaciones generado por la artritis puede ser permanente e intenso. | Foto: Getty Images

Además, es importante tratar de mantener un peso saludable, pues cuando esto no ocurre se sobrecargan ciertas articulaciones empeorando las condiciones y síntomas.

Los expertos sugieren incluir en la dieta alimentos ricos en omega-3 debido a sus propiedades antiinflamatorias. Estos ácidos grasos pueden encontrarse en el atún, las sardinas, la trucha, la tilapia, el arenque, las anchoas, el bacalao, las semillas de chía y de linaza, el marañón y las almendras.

También se puede consumir ajo macerado y cebolla, debido a que contienen un compuesto sulfurado llamado alicina, que le confiere propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y antimicrobianas y también son aconsejables los alimentos ricos en selenio como el huevo, pan francés y nuez de Brasil. Este es un mineral con un alto poder antioxidante e inmunomodulador que ayuda a fortalecer el sistema inmune.

Mucha vitamina C

En cuanto a frutas, las más recomendadas son las cítricas como naranja, mandarina y piña, que gracias a su contenido de vitamina C, son ideales para la producción de colágeno; ideal en el buen funcionamiento de las articulaciones. Los frutos rojos como la granada, sandía, cereza, frambuesas, fresas y guayaba, también son favorables debido a que contienen antocianinas, unos compuestos antioxidantes que poseen propiedades antiinflamatorias.

En vegetales, los pimientos son llamados a incluirse en la dieta. Una taza de pimiento rojo excede la recomendación diaria de vitamina C. Estos alimentos también están cargados de antioxidantes, especialmente carotenoides, los cuales proporcionan beneficios antiinflamatorios.

Las acelgas, por su parte, tienen diversos componentes que pueden ayudar a combatir la artritis, como la vitamina C y ácidos grasos omega-3. Sin embargo, el más importante es la vitamina K, que puede ayudar a hacerle frente a los efectos generados por la artritis.

La calabaza también es recomendada debido a que contiene ácidos grasos omega-3, vitamina K, vitamina C. Por último, la espinaca que también es rica en vitamina K, calcio, magnesio y antioxidantes como vitaminas C, E y A. En general, los alimentos ricos en fibras como vegetales y frutas crudos y granos enteros, podrían ayudar a reducir la inflamación.

Falta de vitamina D

Además de esto, existe alguna evidencia de que la artritis, tanto la osteoartritis como en los tipos inflamatorios, puede empeorar en personas que posean bajos niveles de vitamina D. Por esta razón, según Tua Saúde es importante la exposición al sol, además de incluir alimentos ricos en esta vitamina como la leche fortificada, los huevos y los pescados grasos.