Las articulaciones se caracterizan por ser el punto en donde se unen dos o más huesos. Los hombros, codos, caderas, rodillas y nudillos son articulaciones. Estas también incluyen los tejidos blandos que rodean los huesos, como cartílagos, tendones y ligamentos, según explica la biblioteca médica MedlinePlus.
“El cartílago es el tejido flexible, duro y resbaladizo que cubre los extremos de los huesos en una articulación. Los tendones son bandas resistentes y flexibles que conectan los músculos con los huesos para que pueda mover las articulaciones. Los ligamentos conectan los huesos de la articulación entre sí para mantenerlos estables cuando se mueve”, precisa.
A pesar de su importancia, las articulaciones son una de las partes del cuerpo más castigadas. Su salud depende, en gran medida, de los hábitos alimenticios y del estilo de vida que las personas lleven. Por ello existen factores que pueden incidir de manera negativa, como la obesidad, la práctica intensa de deporte, e incluso la edad.
De igual forma, muchas enfermedades pueden afectarlas causando dolor y provocando rigidez, enrojecimiento e hinchazón. La mayoría de ellas son crónicas y una de ellas es la artritis, que con el tiempo es posible que ocasione graves daños en estas áreas, según indica el instituto de investigaciones Mayo Clinic.
La alimentación de determinante para cuidar las articulaciones y por ello en la dieta diaria no deben faltar alimentos que aporten vitaminas, minerales y otros nutrientes que las protejan, pero que además mitiguen las molestias cuando ya tienen afectaciones.
Vitamina C
Una de las vitaminas importantes para cuidar las articulaciones y aliviar los dolores es la C, según MedlinePlus. Este nutriente, además, se usa para prevenir y tratar el escorbuto que, entre otras cosas, causa fatiga, inflamación de las encías y mala cicatrización de las heridas.
Esta vitamina es un antioxidante que ayuda a prevenir la inflamación en las articulaciones. La evidencia científica indica que los suplementos de este nutriente ayudan a reducir los niveles de ácido úrico en el cuerpo. Esta sustancia puede causar inflamación y daño en las articulaciones.
Cuando no se incluye suficiente vitamina C en la dieta, es posible que los huesos sufran deficiencias por la falta de un nutriente que es fundamental para ellos y es el calcio. Esta vitamina le ayuda al cuerpo a absorberlo. Los huesos son los encargados de proteger los órganos blandos y por ellos es importante mantenerlos fuertes y sanos.
Minerales
Además del calcio, el fósforo es importante porque interviene en la formación, desarrollo y mantenimiento de huesos y articulaciones.
Otro que no debe faltar es el magnesio, ya que es uno de los principales componentes de la estructura ósea; así como el silicio, que participa en la síntesis de la elastina y del colágeno, y estimula la formación y mineralización ósea, mientras que el azufre se encuentra en el colágeno, responsable de formar tendones, cartílagos y ligamentos.
Algunos de los alimentos recomendados para las articulaciones son frutos secos y semillas, legumbres, cereales integrales, verduras, proteína animal y hortalizas.
Hábitos que ocasionan dolor en las articulaciones
Hay diversas prácticas que ocasionan dolor en estas partes del cuerpo. Una de ellas es el consumo de alcohol en exceso, pues las personas que tienen esta adicción son susceptibles a presentar problemas de obesidad y, por ende, inconvenientes óseos y de las articulaciones.
Otras prácticas que afectan las articulaciones están relacionadas, por ejemplo, con el uso de calzado ajustado, cargar bolsos pesados, utilizar tacones altos y usar los músculos de manera inadecuada. Los especialistas indican que los zapatos apretados son un factor de riesgo para desarrollar osteoartritis, dolor en el pie y problemas generales en las articulaciones.
Aligerar el peso de los bolsos ayudará a evitar síntomas como dolor muscular y en las articulaciones. Llevar una carga pesada puede generar estrés y tensión en el cuello, los hombros y la espalda.
Por último, el uso continuo de tacones altos ejerce presión sobre los pies, las rodillas y la espalda. Este tipo de tacones pone los pies en una posición que estresa las articulaciones, tensa los músculos y se corre el riesgo de desalinear la espalda.