Los expertos insisten en la importancia de la protección de los rayos solares. El cuerpo humano puede aprovecharlos y ayudar a que la piel produzca vitamina D, la cual es importante para la salud de los huesos. No obstante, también pueden ser perjudiciales.
Este nutriente es fundamental para el organismo porque lo ayuda a absorber el calcio. Si se presenta un déficit de esta vitamina se pueden desarrollar enfermedades de los huesos como osteoporosis o raquitismo.
Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, indica que la vitamina D puede obtenerse a través de la alimentación, suplementos y la piel: “Su cuerpo forma la vitamina D naturalmente después de la exposición al sol. Sin embargo, demasiado sol puede llevar al envejecimiento y el cáncer de la piel, así que muchas personas tratan de obtener su vitamina D de otras fuentes”.
Alimentos ricos en vitamina D:
Sin embargo, se debe tener mucho cuidado al estar en espacios abiertos porque la piel puede verse gravemente afectada por el sol. Uno de sus efectos negativos es el envejecimiento de la piel y la aparición prematura de arrugas. Asimismo, “Demasiada exposición a los rayos UVB puede producir quemaduras. Los rayos UVA pueden penetrar la piel más profundamente que los rayos UVB, pero, en todo caso, ambos pueden afectar la salud. Cuando los rayos UV invaden las células de la piel, alteran procesos delicados que afectan su crecimiento y apariencia”, explican los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés).
Los expertos de Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, explican que la cantidad de vitamina D que produce la piel varía de la hora en que se toma el sol, la latitud y la pigmentación de la piel de cada persona. Para conocer el tiempo moderado para contribuir a la producción de esta vitamina y evitar afecciones en la piel es recomendable consultar a un médico y recibir la asesoría profesional adecuada.
Muchas personas tienen por costumbre broncearse y quemar su piel. Esto no es bueno para la salud de la piel, pues la exposición al sol incrementa el riesgo de desarrollar cáncer de piel. Esto ocurre debido a que “Cuando la luz UV ingresa a las células de la piel, puede dañar el material genético (denominado ADN) que se encuentra en su interior. Los daños al ADN pueden causar cambios en las células y hacer que estas crezcan y se dividan rápidamente. Este crecimiento puede resultar en grupos de células adicionales conocidos como tumores o lesiones, que pueden ser cancerosos (malignos) o inofensivos (benignos)”, detallan los NIH.
¿Cómo proteger la piel?
La exposición debe evitarse especialmente durante las 10:00 a. m. hasta las 4:00 p. m., debido a que en ese horario los rayos solares UV se intensifican.
- Se debe usar protector solar (fotoprotector) incluso en los días donde, aparentemente, no hay sol. También se recomienda su aplicación diaria, aunque no se exponga la piel directamente a la luz solar. Las pantallas como las tabletas, celular y computadores también afectan la salud cutánea.
- No utilizar lámparas o máquinas para broncearse. Existen algunas empresa estéticas que cuentan con este servicio, pero la verdad es que exponerse a estos procedimientos, al menos 15 minutos, es igual de peligroso que estar expuesto a un día de sol.
- Es importante tener en cuenta que en los lugares donde hay mayor altitud, más rápido se quema la piel.
- Las gorras, sombreros, gafas y las sombrillas son aliados para la protección contra los rayos solares.