El color del cabello está determinado por células productoras de pigmentos llamadas melanocitos, los cuales están hechos de células madre de estos pigmentos que viven en el folículo piloso en la base de las hebras del cabello.
Con el pasar de los años, los folículos pilosos (estructuras de la piel que permiten el crecimiento del cabello) dejan de producir melanina o melanocitos, generando la coloración blanca que comúnmente se conoce como canas.
Aunque por años se había creído que la llegada de esas hebras blancas puede representar una preocupación para la edad adulta, hoy en día son cada vez más los jóvenes que las empiezan a notar, a lo que se le conoce como canicie prematura.
Además de la anterior, existen otros tipos de canicie entre los que destacan la fisiológica, la anular y la poliosis. La primera es la que se relaciona con el proceso del envejecimiento, en la cual las canas aparecen primero en las sienes y luego se extienden hacia el resto de la cabeza.
La anular aparece cuando las canas empiezan a evidenciarse de manera aislada y dispersa por toda la cabeza, aunque también pueden formarse mechones de pelo blanco.
En cuanto a la poliosis, se caracteriza por la aparición de canas en zonas muy localizadas, formando una mancha blanca, ya sea en la cabeza, las cejas o las pestañas.
Las tonalidades claras de la melena inician alrededor de los 30 años y comienza con una tonalidad grisácea hasta volverse completamente blanca. El vello corporal y facial también se vuelve gris, pero generalmente más tarde que el del cuero cabelludo.
Para algunas personas, las canas pueden ser un problema estético, sin embargo, también pueden ser ocasionadas por el estrés. A pesar de ello, existen múltiples métodos para camuflarlas o, si se es joven, evitar su pronta aparición.
Los tintes son los más reconocidos cuando de cubrir las canas se trata, pero muchos de ellos contienen químicos que, con el tiempo, dañan el cabello y hacen que pierda su brillo y vitalidad.
De igual forma, existen algunas vitaminas que, al hacer falta en el organismo, promueven la aparición de canas. De hecho, el portal especializado en belleza Glamour listó algunas de ellas:
1. Vitamina B9: estimula los folículos pilosos, pues ayuda con la generación y regeneración celular. Esta vitamina está en las verduras de hoja verde como las legumbres, los espárragos, los cítricos, el aguacate y las harinas integrales.
2. Vitamina B5: se ha descubierto que esta vitamina tiene el poder de ralentizar la aparición de canas, seborrea y caspa. También fomenta la velocidad del crecimiento del cabello. Algunos alimentos que la contienen con la leche, el huevo, el brócoli y el aguacate.
3. Vitamina B12: es un componente que forma los folículos pilosos, necesario para el crecimiento del cabello, el tono y el color del mismo. La quinoa, las frutas, las verduras, el atún, la soja y los lácteos son alimentos que contienen vitamina B12.
4. Vitamina D: se dice que es una de las mejores para una mejor calidad de cabello y piel. Proviene de la exposición al sol, pero también se puede aumentar consumiendo pescado graso y bebiendo leche fortificada.
Cabe resaltar que las vitaminas que la cantidad de las vitaminas mencionadas que puede necesitar cada persona son diferentes en cuanto a contextura, sexo, edad, entre otros factores que inciden para que estas funcionen correctamente.
Por lo anterior, antes de consumirlas, se debe consultar con un especialista de la salud. De este modo, no se verá afectado ningún otro órgano del cuerpo.