Los calambres musculares son contracciones o espasmos súbitos, involuntarios en uno o más músculos, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Además, explicó que los calambres son muy comunes y a menudo ocurren después del ejercicio, pero algunas personas tienen calambres musculares, especialmente en las piernas, por la noche y pueden ser dolorosos y durar de unos segundos a varios minutos.
Sin embargo, pueden haber calambres en cualquier músculo, pero ocurren con mayor frecuencia en:
- Muslos.
- Pies.
- Manos.
- Brazos.
- Abdomen.
- A lo largo de la caja torácica.
Asimismo, Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, indicó que algunos de los factores que aumentan el riesgo de calambres musculares son:
- Edad. Las personas mayores pierden masa muscular, por lo que el músculo restante puede sobre exigirse con más facilidad.
- Deshidratación. Con frecuencia, los atletas que se fatigan y deshidratan al practicar deportes en climas cálidos padecen calambres musculares.
- Embarazo. Los calambres musculares también son frecuentes durante el embarazo.
- Afecciones. Se puede tener más riesgo de sufrir calambres musculares si se tiene diabetes o trastornos nerviosos, hepáticos o tiroideos.
Adicional, señaló que si bien la mayoría de los calambres musculares son inofensivos, algunos pueden estar relacionados con enfermedades no diagnosticadas, tales como:
- Suministro de sangre inadecuado. El angostamiento de las arterias que llevan sangre a las piernas (arterioesclerosis de las extremidades) puede producir un dolor similar al de los calambres en las piernas y en los pies al hacer ejercicio. Estos calambres a menudo desaparecen poco después de terminar los ejercicios.
- Compresión de los nervios. La compresión de los nervios en la espina dorsal (estenosis lumbar) también puede producir un dolor similar a los calambres en las piernas. Usualmente el dolor empeora cuanto más caminas. Caminar en una posición levemente flexionada (como cuando se empuja un carrito de compras) puede mejorar o retrasar el comienzo de los síntomas.
- Disminución de minerales. Una cantidad insuficiente de potasio, calcio o magnesio en la dieta puede contribuir a los calambres en las piernas. Los diuréticos (medicamentos a menudo recetados para la presión arterial alta) también pueden disminuir estos minerales.
- Ciertos medicamentos.
- Someterse a diálisis.
Sobre la misma línea, el portal Cuerpo Mente reveló que la falta de vitaminas B1, B3 y C también podría provocar calambres.
Así las cosas, Mayo Clinic, reveló en su portal web que, para aliviar el dolor muscular, se debe tomar un descanso de las actividades habituales.
También recomendó colocar una compresa de hielo o una bolsa congelada en el área dolorida durante 20 minutos, varias veces al día, o usar un vendaje de compresión para disminuir la hinchazón.
Otra recomendación de la biblioteca es dormir bien y tratar de reducir el estrés, practicando yoga o meditación, ya que son excelentes formas para ayudar a dormir y relajarse.
Adicionalmente, la biblioteca reveló que un fisioterapeuta puede enseñarle a la persona ejercicios de estiramiento que ayudarán a impedir que los músculos se acorten o se pongan más tensos.
Sin embargo, Medline Plus señaló que en general, los calambres musculares son inofensivos y desaparecen después de unos minutos, pero se debe contactar a un médico si los calambres:
- Son severos.
- Ocurren a menudo
- No mejoran con estiramientos y beber suficiente líquido.
- Duran mucho tiempo.
- Vienen acompañados de hinchazón, enrojecimiento o sensación de calor.
- Están acompañados de debilidad muscular.
Por tal razón, es importante señalar que la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica y por ello lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.