Las uñas son una parte vital de las manos y los pies. Además de cumplir una función estética, también se encargan de proteger frente a agentes del exterior. No obstante, tiende a ser una zona frágil y propensa a quebrarse con facilidad.
Principalmente, la razón sustancial para que las uñas se quiebren es la falta de queratina, lo cual implica que se vuelvan débiles y propensas a dañarse en cualquier momento. Además, hace que se pierda grosor, tengan poca resistencia y se rompan.
Por lo tanto, hay varias vitaminas que, cuando no están lo suficientemente presentes en el organismo, conllevan a que las uñas se quiebren. En ese orden de ideas, hay que mantener al cuerpo con altos niveles de estos componentes, para que esa zona esté fuerte.
La investigación Síndrome de uñas frágiles del Colegio Ibero - Latino Americano de Dermatología explica las vitaminas responsables a mantener las uñas en condiciones normales. La primera es la biotina, la cual hace parte de la familia de la vitamina B.
Es una coenzima que se encarga de metabolizar las proteínas y nutrientes que ingresan en el cuerpo; por lo cual, no solo interviene en las uñas, sino en todo el organismo en general. Además, vitaliza los músculos e influye en el cuidado del cabello y piel, impidiendo que se resequen con facilidad.
Con respecto a las uñas, la biotina se encarga de metabolizarlas y fortalecerlas. Se responsabiliza de darle el tono blanco y grosor necesario para mantenerse con fortaleza. Para obtenerla naturalmente, basa con consumir yema de huevo, levadura de cerveza, germen de trigo y avena.
La segunda vitamina es el ácido fólico, la cual corresponde al grupo de vitamina B9. Este nutriente es importante para regenerar y acelerar el crecimiento de varias estructuras corporales. En las uñas, el componente influye en mejorar la producción de células, lo cual está relacionado con darle forma.
Entre menos células se generen, mayor fragilidad tendrán las uñas. Para obtener sus beneficios, bastará con agregar a la ingesta diaria alimentos como espárragos, remolacha, espinacas, aguacates, avellanas, lentejas y garbanzos.
La cobalamina también es considerada como un nutriente vital para el cuidado de la manicura. Por un lado, cumple la función de sintetizar la hemoglobina, lo cual corresponde a la producción de glóbulos rojos para transportar oxígeno a todo el organismo.
En ese sentido, cumple un papel importante en la producción de queratina. Cuando una persona tiene niveles bajos de esta vitamina, experimentará falta de energía y algunas funciones corporales se verán afectadas y no se realizarán con normalidad. Entre estas, está la debilidad en las uñas.
Otra vitamina importante para el cuidado de las uñas es la familia A, debido a que cuentan con la propiedad de reparar los tejidos del organismo, entre los cuales están las uñas. Un déficit de este nutriente conlleva a que sean fáciles de romperse y afectará el crecimiento. También cuenta con propiedad antioxidantes, los cuales forman una capa de protección ante agentes externos.
El ácido ascórbico, conocido como vitamina C, es fundamental par las uñas. Por un lado, es un poderoso antioxidante que protege y previene el daño, tanto de estas como de la piel que la recubre. Además, cuenta con propiedades inmunológicas que ayudan a mantener las defensas en condiciones normales y que previenen cualquier amenaza.
Por si fuera poco, esta vitamina facilita la absorción de hierro en el organismo, un mineral que le ofrece fortaleza a las uñas y mejora la producción de queratina.
Finalmente, el último elemento vital para las uñas es la vitamina E. Al igual que la anterior, su principal beneficio es la función antioxidante, la cual fortalece y aumenta la resistencia ante radicales libres y agentes externos que las debilitan (como lo son la luz solar, contaminación, el pH del agua y tabaco). También combate otros problemas que dañan las uñas, tales como las heridas. La vitamina se encuentra en aceite de germen de trigo, semillas de girasol almendras, pescado azul y aceite de avellanas.