La piel es el órgano más grande del cuerpo y el cuidado de esta forma parte de la rutina de muchas personas en el mundo. Por ende, elegir un estilo de vida saludable puede ayudar a retrasar el envejecimiento natural y prevenir diversos problemas de la piel, según Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.

Por ello, es importante consumir algunas vitaminas que cuiden la piel, pues estas son un grupo de sustancias que son necesarias para el funcionamiento celular, el crecimiento y el desarrollo normales y existen 13 vitaminas esenciales, según Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

No obstante, pese a que todas cumplen funciones diferentes hay algunas cuya funciones ayudar a hidratar la piel de forma natural como, por ejemplo, la vitamina A, la vitamina B, la vitamina C y la vitamina D.

1. Vitamina A: ayuda a la formación y mantenimiento de dientes, tejidos óseos y blandos, membranas mucosas y piel sanos.

Los alimentos con los niveles más altos de vitamina A incluyen:

  • Hígado de res y otras vísceras (estos tienen alto contenido de grasa y colesterol, así que limite la cantidad que consume)
  • Algunos tipos de pescado como arenque, salmón y aceite de hígado de bacalao.
  • Huevos.
  • Productos lácteos como queso y leche fortificada (escoja opciones lácteas sin grasa o bajas en grasa)
  • Cereales para el desayuno fortificados.
  • Frutas y verduras de color naranja y amarillo, como zanahorias, patatas dulces, mangos y melón.
  • Brócoli, espinaca y la mayoría de los vegetales de hoja verde oscuro.

2. Vitaminas B (B1 (tiamina), B2 (riboflavina), B3 (niacina), B5 (ácido pantoténico), B6, B7 (biotina), B12, Ácido fólico): ayudan al proceso que hace el cuerpo para obtener energía de la comida que se consume. También ayudan a formar glóbulos rojos.

Se puede obtener vitaminas B en las proteínas como:

  • Pescado.
  • Pollo.
  • Carne de res.
  • Huevos y productos lácteos.
  • Los vegetales de hojas verdes, frijoles y judías.
  • Algunos cereales y panes.

3. Vitamina C: En el cuerpo, actúa como antioxidante, al ayudar a proteger las células contra los daños causados por los radicales libres.

Las frutas que tienen las mayores fuentes de vitamina C son, entre otras:

  • Melón cantalupo.
  • Frutas y jugos de cítricos, como las naranjas y toronjas (pomelos).
  • Kiwi.
  • Mango.
  • Papaya.
  • Piña.
  • Fresas, frambuesas, moras y arándanos.
  • Sandía o melón.

Las verduras que son las mayores fuentes de vitamina C incluyen:

  • Brócoli, coles de Bruselas y coliflor
  • Pimientos rojos y verdes
  • Espinaca, repollo, nabos verdes y otras verduras de hoja
  • Papa o patata blanca y la dulce (camote)
  • Tomates y su jugo
  • Cidrayote

4. Vitamina D: también se conoce como “la vitamina del sol” debido a que el cuerpo la produce luego de la exposición a la luz solar y esta vitamina le ayuda al cuerpo a absorber el calcio. Asimismo, ayuda a mantener niveles sanguíneos apropiados de calcio y fósforo.

Son muy pocos los alimentos que contienen esta vitamina en forma natural, pero está presente en pescados grasos, como la trucha, el salmón, el atún y la caballa, así como los aceites de hígado de pescado.

Por tal razón, la vitamina D se encuentra en suplementos de multivitaminas y multiminerales. También se puede conseguir en forma de suplementos dietéticos que contienen solo vitamina D o vitamina D combinada con algunos otros nutrientes. Las dos formas de vitamina D disponibles en suplementos son D2 (ergocalciferol) y D3 (colecalciferol).

No obstante, al igual que con cualquier alimento que se quiera incluir en la dieta diaria, es importante consultar al médico tratante o a un nutricionista sobre cuál es la mejor manera de consumir, y si las condiciones médicas ya existentes no son un impedimento para beneficiarse de todas las propiedades del alimento ya nombrado.