La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) define las vitaminas como sustancias orgánicas presentes en cantidades muy pequeñas en los alimentos. Estas son nutrientes que el cuerpo necesita para su funcionamiento, mantenimiento y crecimiento.
La FAO también afirma que, a través de suplementos alimentarios, es posible consumir vitaminas. Actualmente, existen 13 vitaminas esenciales que el cuerpo necesita para funcionar de manera apropiada, entre las que están la vitamina A, la C y la D.
Otras reconocidas son la vitamina B, el ácido pantoténico (cuya carencia puede causar el síndrome de quemazón de los pies), la biotina (vitamina H), el ácido para-aminobenzoico, la vitamina E y la K (antihemorrágica).
Existen algunas vitaminas de las anteriores esenciales para que el cuerpo funcione de manera apropiada, sobre todo, para las mujeres que pasan por cambios en su cuerpo al cumplir 40 años. Algunas de ellas, según el portal Mejor con Salud, son:
Calcio
El calcio es el mineral más abundante que se encuentra en el cuerpo humano, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos. Esta entidad explica que el calcio ayuda al cuerpo con el desarrollo de huesos y dientes fuertes, la coagulación de la sangre, entre otros procesos.
Por lo general, la cantidad de calcio que requiere cada paciente se logra obtener por medio de lo que se consume. El portal de salud y cuidado personal Bebés y más informó que los alimentos que más lo contienen son el queso, la leche, las sardinas, las almendras, la espinaca, entre otros.
Potasio
Es un mineral que el cuerpo necesita para funcionar normalmente. Es un tipo de electrolito que, entre otras funciones, ayuda al normal desarrollo de los nervios y a la contracción de los músculos. Otras de sus funciones es permitir que los nutrientes fluyan a las células y expulsar los desechos de estas.
Normalmente, no se requiere de suplementos, sino que las personas obtienen el potasio que su organismo necesita de lo que comen y beben. Los alimentos que lo poseen son las verduras de hoja verde como espinacas, frutos de las vides como las uvas, lentejas, fríjoles rojos, soya, nueces y carnes vacunas, aves y pescado.
Vitamina B12
Es un nutriente que ayuda a mantener la salud de las neuronas y la sangre. Además, contribuye a la formación del ADN, material genético presente en todas las células, precisan los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos.
Esta vitamina también es importante para el cuerpo porque ayuda a prevenir la anemia megaloblástica, un trastorno de la sangre que causa cansancio y debilidad. Las principales fuentes alimentarias de las cuales se obtiene incluyen la carne de aves, de res y de pescado, así como los lácteos.
Vitamina D
Ayuda al cuerpo a utilizar el calcio y el fósforo para el fortalecimiento de los huesos y los dientes. Es importante para el movimiento de los músculos y para que los nervios transmitan mensajes entre el cerebro y otras partes del cuerpo.
El cuerpo produce esta vitamina naturalmente después de exponerse a la luz del Sol, pero el portal Tua Saúde indica que también se puede adquirir consumiendo aceite de hígado de bacalao, aceite de salmón, ostras crudas, arenque fresco, leche fortificada, huevo cocido, carnes y vísceras en general.
Magnesio
Uno de los macrominerales más importantes es el magnesio, el cual es necesario para más de 300 reacciones bioquímicas en el cuerpo. En la lista de funciones están que ayuda a mantener el funcionamiento normal de los músculos y nervios.
La mayor parte del magnesio proviene de vegetales de hoja verde oscura, pero también este mineral se encuentra en otros productos como los bananos, las nueces, el arroz integral, la leche, entre otros.