Las vitaminas constituyen un elemento prioritario para mantener un buen estado de salud, porque ayudan a prevenir diversas enfermedades. Cabe mencionar que algunos de estos micronutrientes son sintetizadas o producidas directamente por nuestro organismo; sin embargo, no son suficientes para cubrir las necesidades del cuerpo, por lo que es necesario incluirlas a partir de los alimentos que contienen vitaminas.

De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina, Medline Plus, las vitaminas se agrupan en dos categorías. La primera se denominan vitaminas liposolubles, que son las que se almacenan en el hígado, el tejido graso y los músculos del cuerpo. Y las vitaminas hidrosolubles son las que no se almacenan el cuerpo.

Cuando hay una deficiencia de estos nutrientes en el organismo, se pueden presentar distintas enfermedades como la anemia, dermatitis, alopecia, infecciones por hongos, úlceras gástricas, depresión, ansiedad, entre otros. Por esta razón, es importante consumir alimentos y suplementos vitamínicos que potencialicen las defensas para así poder combatir cualquier tipo de virus o enfermedad.

Ahora bien, cabe mencionar que la mayoría de las vitaminas coexisten entre sí en los alimentos y no hay un mayor riesgo al momento de combinarlas. De hecho, un artículo publicado en FitandWell señala que “no existe una razón sólida por la que determinadas vitaminas no deban tomarse juntas en ingestas normales y en personas sanas. De hecho, muchas vitaminas se suelen encontrar en solo suplemento multivitamínico”.

Vitamina E - vitamina K

No obstante, existen algunos suplementos específicos que no se deben combinar porque pueden interferir con la absorción de los demás nutrientes. Un ejemplo de esto es “el riesgo de deficiencia de cobre es mayor cuando la ingesta de zinc es alta”. De este modo, los especialistas en salud aconsejan tener una mayor precaución al momento de combinar las vitaminas E y K solubles en grasa y las vitaminas B-12 y C para una absorción adecuada.

“Es mejor evitar algunas combinaciones de vitaminas, como la vitamina E y la vitamina K. A veces, los médicos recetan vitamina K para ayudar con la coagulación de la sangre. Pero la vitamina E aumenta el tiempo de sangrado y, por lo tanto, puede contrarrestar el efecto de la vitamina K”, explicó la doctora Fiona Barry a FitandWell.

Por lo anterior, lo mejor es que las personas que tengan que incluir estos suplementos liposolubles como la vitamina K1 y la K2, que son necesarias para la coagulación sanguínea, la salud de los huesos y el corazón, las tomen separadas de las vitaminas E y A, solubles en grasa.

Vitamina C - vitamina B12

Adicional a ello, la vitamina C y la vitamina B12 es otra combinar que se debe evitar y lo mejor es tomarlas pro separado, puesto que la vitamina C reduce la absorción de la vitamina B12. Además, la vitamina C puede tomarse en cualquier momento del día, mientras que las personas con deficiencia de vitamina B12 pueden beneficiarse más al tomar suplementos con el estómago vacío, ya que así se promueve una máxima absorción.

Por lo anterior, es importante consultar con un especialista en salud el consumo de este tipo de suplementos, pues se puede correr el riesgo de que algunos de ellos anulen el efecto de un medicamento recetado, lo cual podría traer graves consecuencias para la salud.