Las vitaminas son sustancias orgánicas presentes en cantidades muy pequeñas en los alimentos. Son nutrientes que el cuerpo necesita en pequeñas cantidades para su fun­cio­na­mien­to, su man­te­ni­mien­to y cre­ci­mien­to, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Normalmente, las fuentes de vitaminas están en los alimentos de origen vegetal y animal, y en los suplementos alimentarios. Estas se agrupan en forma conjunta debido a que, como lo implica su nombre, son factores vitales en la dieta y porque todas se descubrieron en relación con las enfermedades que causan su carencia.

Existen 13 vitaminas esenciales que el cuerpo necesita para funcionar de manera apropiada: vitamina A, vitamina C, vitamina D, vitamina E, vitamina K, vitamina B1, vitamina B2, vitamina B3, vitamina B6, vitamina B12, folato, ácido patoténico y biotina.

No todas las vitaminas sirven para todo, cada una tiene una tarea a cargo en el organismo y la deficiencia de alguna de ellas puede dar paso al desarrollo de enfermedades simples o crónicas.

Así mismo, es importante identificar cuáles son las que más hacen falta a cada persona. Esto, se puede lograr con ayuda de chequeos médicos regulares en los que se identifique la patología que pueden sufrir los individuos y si está relacionada con la insuficiencia de alguna vitamina.

Existen muchas factores que influyen en el metabolismo correcto de las vitaminas. Uno de ellos es la hora en la que son tomadas. Por ejemplo, según el portal especializado Salud180 existen vitaminas que es mejor consumir en la mañana, sobre todo, para aquellas personas que necesitan energía para laborar el resto del día:

Vitamina B12

La vitamina B12 es un nutriente que ayuda a la formación de glóbulos rojos en la sangre y al mantenimiento del sistema nervioso central, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos.

Además, según los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés), ayuda a prevenir la anemia megaloblástica, un trastorno de la sangre que causa cansancio y debilidad.

Se aconseja consumir en ayunas o con el desayuno. Algunos de los alimentos que poseen esta vitamina son: el hígado y riñones de animales, las almejas, las sardinas, la carne de res, el salmón, la leche y otros productos lácteos. Pocas veces se puede encontrar vitamina B12 en los vegetales.

Hierro

El cuerpo utiliza el hierro para fabricar la hemoglobina, una proteína de los glóbulos rojos que transporta el oxígeno de los pulmones a distintas partes del cuerpo. De acuerdo con el National Institutes of Health, el hierro es un mineral necesario para el crecimiento, el desarrollo del organismo, la fabricación de hormonas y el tejido conectivo.

Lo mejor es consumir este nutriente en ayunas pues los ácidos del estómago ayudarán a que su absorción sea mayor. Algunos alimentos que lo contienen son los mariscos, las espinacas, la carne de hígado, las legumbres, las semillas de calabaza, el brócoli y la quinoa.

Vitamina C

La vitamina C (ácido ascórbico) es un nutriente que el cuerpo necesita para formar vasos sanguíneos, cartílagos, músculos y colágeno en los huesos, de acuerdo con Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.

De hecho, Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, reveló que el cuerpo no puede producir la vitamina C por sí solo, ni tampoco la almacena. Por lo tanto, es importante incluir muchos alimentos que contengan esta vitamina en la dieta diaria. Sin embargo, no se recomiendan cantidades superiores a 2.000 mg/día.

La recomendación e ingerirla en la mañana con el desayuno y los alimentos que más la poseen son las frutas y las verduras como: kiwi, brócoli, papaya, piña, fresas, espinaca, moras, tomate, sandía o melón.