Las quemaduras en la piel son una de las lesiones domésticas más comunes. Se trata de una afectación en los tejidos del cuerpo causada por el calor, sustancias químicas, electricidad, el sol o una radiación.
Estas afecciones se clasifican por su gravedad. Una quemadura de primer grado se considera de las menos graves, ya que afecta solamente la capa externa de la piel. Generalmente solo causa dolor leve, enrojecimiento e hinchazón, precisa el portal especializado Healthline.
Las de segundo grado afectan las capas más profundas de la piel y causan ampollas y piel blanquecina, húmeda y brillante; mientras que las de tercero implican daños en todas las capas de la piel y las de cuarto podrían afectar las articulaciones y los huesos. Es importante tener claro que estas dos últimas se consideran emergencias médicas y solo deben tratarse en centro hospitalario.
Normalmente se pueden tratar en casa las quemaduras de primero y segundo grado y existen algunos productos caseros y naturales que pueden ayudar en este propósito. Uno de ellos son las pomadas o cremas que se pueden elaborar a base de plantas y otros productos naturales.
La de aloe vera y caléndula es aconsejable. Un artículo publicado en el medio digital Business Insider, indica que estudios científicos respaldan las propiedades calmantes del aloe vera y por ello el uso de su gel puede ayudar a curar las quemaduras, especialmente las solares; reducir el dolor y el enrojecimiento.
Esta planta, además, estimula la producción de colágeno, por lo que puede mejorar la sensación y la apariencia de las quemaduras, pues ayuda con la firmeza, humectación y elasticidad de la piel, al tiempo que la hidrata. El aloe vera contiene ácido salicílico, que es tanto antiinflamatorio como antiséptico, lo que significa que puede aliviar el dolor y al mismo tiempo prevenir infecciones.
Por su parte, la caléndula también tiene efectos antiinflamatorios debido a sus componentes de triterpenos y flavonoides, precisa información del portal Nutrición y Farmacia. Por eso, es recomendada para tratar afecciones como quemaduras leves por su gran capacidad de desinflamar y recuperar la piel.
Para elaborar una crema casera para quemaduras con aloe vera y caléndula se requiere de 100 gramos de gel de aloe vera, 30 de flores de caléndula, una cucharada de aceite de germen de trigo, 50 gramos de aceite de almendras, una cucharada de lecitina de soja y agua.
Para prepararla se agregan las flores de caléndula y el aceite de almendras a un recipiente que resista el calor y se ponen a macerar los ingredientes hasta que las flores se resequen. Mientras tanto se añade una cucharada de lecitina de soja junto con dos cucharadas de agua en un recipiente y se calientan estos ingredientes a fuego lento. Luego se agitan hasta conseguir una emulsión espesa.
Cuando las flores de caléndula hayan macerado, se retiran los restos y se agrega el aceite obtenido junto con una cucharada de aceite de germen de trigo a la lecitina emulsionada sin dejar de remover los ingredientes, cuando todo esté mezclado se retira del fuego. Una vez esté tibio se añade medio vaso de gel de aloe vera a la mezcla y se mezcla de nuevo hasta conseguir una crema homogénea.
Se almacena el remedio en un frasco de vidrio y luego se mete a la nevera. Una vez la crema esté fría, estará lista para aplicarla en quemaduras dando un suave masaje hasta que el producto se haya absorbido. Se puede utilizar dos veces al día.
Más remedios caseros
Otros remedios caseros y naturales ideales para las quemaduras son la cáscara de banano y la miel. La cáscara de banano posee una sustancia llamada leucocianidina que es muy utilizada en el tratamiento de heridas y quemaduras y, por esto puede ser usada para acelerar la cicatrización y evitar la aparición de ampollas, asegura el portal Tua Saúde. Para utilizarla se pone la parte interna de la cáscara sobre la quemadura y después se cubre con una gasa esterilizada. Luego de unas dos horas se retira y se cambia.
La miel, por su parte, ayuda a hidratar la zona, facilitando la cicatrización y previniendo el surgimiento de ampollas y cicatrices. Además, tiene propiedades antiinflamatorias y antibacterianas que pueden aliviar el malestar y el enrojecimiento, además de evitar el desarrollo de infecciones. Se aplica una capa fina de miel sobre la piel quemada sin frotar y se cubre con un gasa o paño limpio y se dejar actuar durante algunas horas. Luego se enjuaga.