Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, explica que las carnes rojas se caracterizan por tener un contenido elevado grasas saturadas, las cuales son poco saludables para la salud, debido a que incrementan el colesterol en la sangre.
Teniendo en cuenta esto no es recomendable que las personas que tienen colesterol elevado o riesgo alto de afecciones cardíacas consuman con mucha frecuencia carnes rojas. Es importante seguir las recomendaciones de un nutricionista si se tiene alguna de estas afecciones.
En ese mismo sentido, la Fundación Española del Corazón destaca una investigación que aborda los efectos de las carnes rojas en el organismo, los cuales son negativos.
“Según apunta un estudio realizado por el Departamento de Nutrición de la Universidad de Harvard, la ingesta de carne roja se asocia con un aumento del riesgo del total de padecer enfermedades cardiovasculares y de mortalidad por cáncer”.
Asimismo, agrega que “los investigadores encontraron que la ingesta de una porción de carne roja no procesada al día incrementaba en un 13 % el riesgo de mortalidad, mientras que la misma cantidad de carnes rojas procesada era de un 20 %. Esta investigación también encontró que las sustituciones de dicha porción de carne roja por otros alimentos (incluidos los pescados, aves de corral, frutos secos, legumbres, lácteos bajos en grasa y granos enteros) se asocia con un riego menor de mortalidad del 7 % a 19 %”.
Por eso, los expertos de Mayo Clinic señalan recomiendan que en caso de que no se consuma carnes rojas a causa de la salud se pueden elegir cortes más magros de carne vacuna para tener una dieta saludable.
¿Cuáles son las grasas saludables?
La Organización Mundial de la Salud insiste en la importancia de tener una dieta equilibrada para mantener un cuerpo sano y evitar complicaciones de salud.
“Una dieta saludable ayuda a protegernos de la malnutrición en todas sus formas, así como de las enfermedades no transmisibles, entre ellas la diabetes, las cardiopatías, los accidentes cerebrovasculares y el cáncer”.
Para cuidar el corazón es clave tener hábitos saludables en la alimentación. Por eso, los expertos de Mayo Clinic señalan que es muy importante elegir grasas saludables para mantener un corazón sano. Sobre esto, indica lo siguiente:
Grasas que se recomiendan incluir:
- Aceite de oliva
- Aceite vegetal y de nuez
- Margarina, sin grasas trans
- Margarina que reduce el colesterol, como Benecol, Promise Activ o Smart Balance
- Frutos secos, semillas
- Palta (aguacate)
Grasas que se recomiendan limitar:
- Mantequilla
- Manteca
- Grasa de tocino
- Salsa espesa
- Salsa de crema de leche
- Sustituto de crema de leche sin lácteos
- Margarina y grasa hidrogenadas
- Manteca de cacao, que se encuentra en el chocolate
- Aceites de coco, de palma, de algodón y de palmiste
Recomendaciones para una dieta sana
Los expertos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) señalan varios consejos que pueden ayudar a tener una alimentación saludable. Es importante consultar a un nutricionista y seguir las instrucciones y el plan de comidas señalado.
Limitar los azúcares añadidos
Tener una ingesta elevad de azúcar añadida en la alimentación diaria puede tener efectos negativos en la salud como es el incremento del peso, obesidad, diabetes y afecciones cardíacas. Es relevante aclarar que los azúcares añadidos no es la glucosa que contienen las frutas, sino alimentos y bebidas que son procesados.
¿Cómo reemplazarlos?
- Acompañar las bebidas con agua.
- Agregar fruta a los cereales para darle un toque de dulce.
- Evitar los jarabes de sabores.
- Leer siempre la información de la tabla nutricional antes de elegir un alimento o bebida.
Diversidad de colores
Para tener una alimentación equilibrada los expertos de CDC recomiendan intentar tener un plato lleno de colores, es decir, lleno de diversas frutas y verduras.
Algunas recomendaciones para tener en cuenta:
- Agregar hierbas frescas a las ensaladas.
- Preparar salsa roja con tomates frescos y hierbas frescas.
- Añadir vegetales cortados en cubos a guisos y tortillas.
- Añadir fruta a cereales o yogures.