Un caso de manipulación se da cuando una persona o grupo quiere ejercer una influencia dañina sobre alguien, a quien se le suelen cambiar las emociones e ideas para conseguir un objetivo.
De acuerdo con el portal Mundo psicólogos, existen formas para saber si una persona es manipuladora, lo que incluye:
Culpabilidad: Por lo general este tipo de personas se sienten culpables de no hacer lo que el manipulador le solicita.
Quejas continuas: Esto sucede particularmente en las relaciones, por lo que si uno de los dos da muchas quejas sobre el comportamiento ajeno, puede ser una señal de ser una persona manipulable.
Comparaciones: Por lo general se tienden a mostrar acciones o particularidades de otras personas para que aquel que sea manipulable se sienta mal y ceda ante lo que se quiere.
Mentiras: Esta es una de las características principales de una persona manipuladora.
Fingir ignorancia o inocencia: Este tipo de personas son expertas en fingir delante de las otras personas.
Ahora, para saber si se es manipulable, se debe tener en cuenta si hay:
Dudas sobre la propia realidad: Los manipuladores suelen generar inseguridades mientras exponen su punto, lo que puede generar inseguridades respecto a las creencias o a la perspectiva de la realidad.
Llevar una relación intensa: Generalmente, una cercanía fuerte con el manipulador o manipuladora incrementan más este riesgo.
Miedo al abandono: Las personas que sienten un profundo temor a que las dejen, suelen ceder en ciertos aspectos, lo que pueden aprovechar los manipuladores.
Pensar que algo va mal: Los pensamientos suelen ir de la mano con la mala interpretación de ciertas actitudes, lo cual puede desencadenar en otros problemas.
Constantes inseguridades: El objetivo de la manipulación es mantener el control sobre los otros, por lo que una persona vulnerable es la “presa” perfecta para ese tipo de personas.
Dependencia: Quienes manipulan generalmente aíslan a quienes quieren controlar para que se desarrolle una dependencia emocional.
Actúa diferente con los demás: En la mayoría de los casos, las personas manipulables tienen buenas valoraciones por parte de los otros.
Para afrontar este tipo de problemas, los psicólogos recomiendan tener la mayor parte del tiempo una comunicación directa, el establecimiento de límites y pedir una opinión externa.
Cinco ‘tips’ para superar los pensamientos negativos, según la psicología
Repentinamente, los pensamientos negativos pueden aparecer y convertirse en un hábito muy peligroso para la salud mental. Estas ideas suelen instalarse en la mente y permanecer ahí si no se hace nada.
Por eso, cuando se quiera no pensar en algo, hay que plantearlo desde un enfoque diferente. Por eso hay cinco tips para que tener presente y poder controlar cada día un poco más la mente y lograr eliminar los pensamientos negativos de la cabeza.
Hay que hablar de lo negativo
Muchas veces los pensamientos negativos habitan en la mente porque hay problemas o emociones que se necesitan comunicar pero que no se le dicen a nadie. Por eso no es bueno guardar las cosas y creer que se puede con todo solo. Siempre una conversación con alguien de confianza hará que se libere esa carga y permitirá que la mente se desahogue de eso que ha tenido reprimido en los pensamientos.
Hay que cambiar la perspectiva de los pensamientos
En ocasiones los pensamientos negativos son producto de tener un foco equivocado de las situaciones. Hay que revisar el punto de vista que se tiene de las cosas e imaginar cómo se vería todo desde otra perspectiva. Es decir, en vez de solo ver que se está pasando un momento con muchos problemas, se puede analizar que es un momento lleno de desafíos y que hay que trabajar en buscar las soluciones.
Todas las personas tienen momentos difíciles y pruebas que a veces se cree que no se podrán superar, eso se debe tener muy presente porque muchas veces se cree que son situaciones que solo se le presentan a la persona que tiene este tipo de pensamientos negativos. Por eso hay que buscar la manera de plantear las dificultades como desafíos que tarde o temprano se lograrán superar.
Hay que cuidar el lenguaje corporal
Casi siempre cuando alguien está pasando por dificultades toma posturas y comportamientos físicos inconscientes que demuestran que no es feliz en ese momento. Hay que analizar si inconscientemente se está tomando una postura encorvada, frunciendo el ceño y generando “muecas” que muestran un malestar constante ante la vida.
Esto, sin que la persona lo sepa, día a día comienza a afectar la autoestima y por ende se produce una pérdida de confianza personal. Por lo que, una vez identificado este problema, hay que esforzarse por cambiar la postura, cambiar la seriedad por una sonrisa y comenzar a mandar un mensaje positivo desde el cuerpo para que la mente deje de percibir esa negatividad que llevaba anteriormente.
Convierte la negatividad en creatividad
Sentirse mal, aunque suene contradictorio, puede producir cosas positivas. Cuando se logra explorar las emociones se puede hacer que todos estos pensamientos negativos se transformen en una pieza creativa. Hay que intentar escribir, dibujar, pintar o generar algo que exprese lo que esta sucediendo en la mente, lo que hará que la mente se relaje y se puedan ver los pensamientos desde una perspectiva que no se había visto antes.
Salir a la calle y cambiar el entorno
La mayoría de las veces los pensamientos negativos se instalan en la mente porque el entorno es el mismo y se pierde la sorpresa, entonces se vuelve constantemente a la mente donde las cosas justamente no andan bien en ese momento.