Los quistes que aparecen en los senos son sacos llenos de líquido que normalmente son benignos. Es posible que una persona tenga uno o varios quistes mamarios y que los sienta como un balón lleno de agua, aunque también puede parecer firme.
Los quistes mamarios no requieren tratamiento, a menos que sean grandes y dolorosos o molestos. En ese caso, drenar el líquido del quiste puede aliviar los síntomas, de acuerdo con información del instituto de investigación clínica Mayo Clinic.
Si bien estos quistes pueden aparecer en mujeres de cualquier edad, es más común que se presenten antes de la menopausia, por lo general en mujeres menores de 50 años. También se pueden reflejar en personas posmenopáusicas que se someten a una terapia hormonal.
La American Cancer Society explica que muchas de las protuberancias (masas, nódulos o bultos) del seno pueden ser causadas por fibrosis o quistes, los cuales son cambios no cancerosos en el tejido mamario, que se agrupan dentro de lo que se conoce como “cambios fibroquísticos”.
Si bien no se han podido determinar las causas de los quistes en los senos, sí se han tenido en cuenta varios factores de riesgo, tales como: la genética y los cambios hormonales, asegura el portal Mejor con Salud.
Se pueden encontrar quistes mamarios en una mama o en ambas. Mayo Clinic indica que los signos y síntomas más comunes son:
- Un bulto redondo u ovalado, suave y fácil de mover que puede tener bordes suaves (que normalmente, aunque no siempre, indica que es benigno).
- La secreción por el pezón puede ser transparente, amarilla o marrón oscuro.
- Dolor en la mama o sensibilidad en la zona del nódulo mamario.
- Un aumento en el tamaño del nódulo mamario y sensibilidad en la mama justo antes de la menstruación.
- Una disminución en el tamaño del nódulo mamario y resolución de otros síntomas después de la menstruación.
Los expertos de este centro médico aclaran que tener quistes mamarios no aumenta el riesgo de padecer de cáncer, pero puede dificultar que se encuentren nódulos mamarios nuevos u otros cambios que podrían requerir la evaluación de un médico.
Los senos pueden sentirse grumosos y doloridos cuando la persona está menstruando, por lo tanto, es importante familiarizarse con cómo se sienten las mamas durante ese período. De esta forma, la mujer podrá identificar si algo cambia en sus senos.
El portal Medical News Today indica que los quistes pueden variar en tamaño desde muy pequeños, solo visibles en un ultrasonido, hasta entre 2.5 y cinco centímetros. Los grandes pueden ejercer presión sobre otros tejidos, lo que puede resultar incómodo e incluso ocasionar dolor.
“Puede desarrollarse un quiste sebáceo si los conductos de las glándulas sebáceas o glándulas productoras de aceite se bloquean. Se puede desarrollar un saco cerrado o un quiste debajo de la piel. Estos pueden crecer aún más como resultado de una lesión o estimulación hormonal. Los quistes sebáceos generalmente no necesitan tratamiento, pero se pueden extirpar si causan dolor o son molestos”, precisa este sitio web.
¿Se pueden prevenir?
Un estilo de vida saludable puede ayudar a mantener unas condiciones sanas del organismo. Sin embargo, no existe ninguna medida en concreto para prevenir los quistes en los senos. Por lo tanto, de acuerdo con los expertos, lo más recomendable es mantener buenos hábitos de vida, acudir al médico para realizarse chequeos periódicos, estar atenta a los posibles cambios en las mamas y resolver siempre las inquietudes con el especialista.
Es recomendable realizar la autoexploración mamaria, por lo menos, una vez al mes durante los días posteriores a la menstruación.
Los expertos aseguran que la mayoría de las mujeres tienen bultos o zonas con bultos en las mamas todo el tiempo, por lo que debe de asustarse si se nota alguno. Sin embargo, según la Breast Cancer Organization, es importante que las mujeres estén atentas a posibles cambios.