Tener tos puede resultar normal y es una afección que se presenta con frecuencia luego de haber tenido un episodio de gripa o un resfriado, por ejemplo. Se define como la manera que tiene el cuerpo de responder cuando algo irrita la garganta o las vías respiratorias.
Aunque puede ser molesta en algunos momentos, la tos ayuda al cuerpo a curarse o protegerse, precisa la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos. Se puede presentar de manera aguda o crónica. La primera comienza súbitamente y no suele durar más de dos o tres semanas. Los cuadros agudos de tos son los que se adquieren frecuentemente con un resfrío, una gripa o bronquitis aguda.
En el caso de la segunda, puede tardar más de tres semanas y normalmente es causada por bronquitis crónica, asma, alergias, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), fumar, reflujo gastroesofágico, enfermedades de la garganta, tal como el crup en niños e incluso, algunos medicamentos.
De acuerdo con el instituto de investigación Mayo Clinic, la tos ocasional es normal y saludable. Sin embargo, cuando se vuelve persistente y dura varias semanas o llega acompañada de expectoración con mucosidad descolorida o con sangre, puede indicar una enfermedad que necesita atención médica.
“A veces, la tos puede ser muy fuerte. Una tos prolongada y vigorosa puede irritar los pulmones y causar aún más tos. Produce cansancio y puede causar problemas para dormir, mareos o desmayos, dolores de cabeza, incontinencia urinaria, vómitos y hasta costillas rotas”, precisa la mencionada institución.
Para ayudar a aliviar las molestias que genera la tos se puede recurrir a remedios naturales. Uno de ellos es el rábano, que tiene un alto contenido en azufre y dentro de sus propiedades se encuentra que ayuda a diluir y eliminar el moco.
Además, es una especia que destaca por su contenido de vitamina C, la cual no solo actúa como antioxidante, sino que ayuda a restaurar tejidos y vasos sanguíneos y aumenta el nivel inmunológico del cuerpo.
Para hacer uso del rábano con el fin de aliviar la tos se puede preparar un jarabe, según información del portal Saber Vivir Tv. Para elaborarlo se ralla el rábano fresco, se le agrega media cucharadita de clavo de olor molido y otra de miel, se añade la mezcla a un vaso de agua o té caliente, se deja reposar y luego se toma tibio. Para obetner mayores beneficios se puede consumir entre tres y cinco veces al día, señala la citada fuente.
También, según el portal Gastrolabweb, se puede combinar con limón y miel, ingredientes que brindan nutrientes que ayudan a subir las defensas del cuerpo por su alto contenido en vitamina C. La miel ayuda a suavizar el tracto digestivo.
Otros remedios caseros
Otras opciones caseras para tratar la tos seca y eliminar la mucosidad son, por ejemplo, la cúrcuma, el jengibre y la menta.
La cúrcuma contiene curcumina, un compuesto que puede tener propiedades antiinflamatorias, antivirales y antibacterianas. La curcumina se absorbe mejor en el torrente sanguíneo cuando se toma con pimienta negra, asegura el portal Healthline. Se puede agregar una cucharadita de cúrcuma y un octavo de cucharadita de pimienta negra en una bebida, como jugo de naranja frío, y beberlo. También se puede convertir en un té caliente, indica este sitio web.
Por su parte, el jengibre tiene propiedades antibacterianas y antiinflamatorias. También se ha demostrado que estimula el sistema inmunológico y alivia el dolor y las molestias. “El jengibre se puede encontrar en muchos tés como ingrediente. También se puede preparar té a partir de la raíz remojándola pelada o cortada en agua tibia. Agregar miel puede hacer que sea aún más beneficioso para la tos seca”. Otras formas de consumirlo es en cápsula, o masticando la raíz.
En el caso de la menta contiene mentol, que ayuda a adormecer las terminaciones nerviosas en la garganta que se irritan debido a la tos. Esto puede aliviar el dolor y reducir la necesidad de toser. Esta planta también ayuda a reducir la congestión y se le atribuyen cualidades antibacterianas y antivirales.
Hay varias maneras de tomar menta. Estas incluyen beber té de menta o chupar pastillas de la misma. Una de las recomendaciones es tomarla en la noche antes de acostarse.
Cuando la tos es persistente, lo mejor es consultar con el médico, pues puede ser la manifestación de un problema complejo de salud y si bien los remedios caseros pueden ayudar y son complementarios, no son un tratamiento.