Por más de un año y medio, el mundo ha estado en trabajo virtual tiempo completo o, al menos, en alguna modalidad flexible, en la que se combina despachar desde la casa. Al comienzo, el cambio incomodó a algunos, que se sintieron aislados, pero, para la mayoría, como lo dice la revista The Economist, significó muchas ventajas, como mayor productividad y mayor tiempo para la vida privada. Incluso, varios se convirtieron en una suerte de nuevos nómadas digitales, pues trabajaron remotamente desde otra ciudad o fuera del país.

Un sondeo en Estados Unidos reveló que 10,9 millones de colaboradores allí se describieron como nómadas digitales en 2020, un aumento de casi el 50 por ciento frente a cifras de 2019. La mayoría de ellos eran trabajadores tradicionales y no independientes, y, además de eso, pertenecían a todas las edades: baby boomers (17 por ciento), millennials (42 por ciento) y miembros de la generación Z (23 por ciento).

Este fenómeno puso a pensar a los expertos en management sobre el futuro del trabajo y si la presencialidad estaba mandada a recoger. Pero, a medida que los países completan sus esquemas de vacunación y las economías se abren, todo parece indicar que el regreso es inminente.

Sin embargo, está la otra cara de la moneda. Un sondeo realizado en marzo por Morning Consult encontró que en Estados Unidos 87 por ciento de los trabajadores remotos quieren seguir tal y como están al menos un día a la semana, y cerca de 40 por ciento renunciaría si sus jefes les piden volver a la oficina tiempo completo.

Otra consulta de abril con más de 2.100 personas, por FlexJobs, encontró que 58 por ciento buscaría trabajo si no puede continuar laborando desde la casa. Para ellos la ventaja de seguir así es el ahorro en los costos y el tiempo de traslados.

No obstante, los jefes quieren retornar a la normalidad, y el más vehemente de ellos ha sido el CEO de Goldman Sachs, David Solomon, quien indicó que el trabajo en casa “era una aberración”. Algo similar piensa Jamie Dimon, CEO de JP Morgan, para quien el trabajo remoto no “es bueno para los jóvenes ni para aquellos que quieren una vida ajetreada”. Sundar Pichai, el gran jefe de Google, señaló que para septiembre la gente deberá regresar, porque “la presencialidad es muy importante”.

Ante la renuencia, los expertos les recomiendan a los jefes motivar a los colaboradores que quieren seguir en casa para que regresen, pues de no hacerlo podrían no solo perder talento humano, sino afectar su salud mental y, por ende, la productividad de la compañía. La mejor manera, dicen los especialistas, es mostrándoles que la oficina es una fuente de bienestar para el cuerpo y la mente.

Mejor en la oficina

Aunque muchos no lo crean, trabajar en ambientes diferentes a la casa tiene sus ventajas.

1. Menos sedentarismo. La actividad física bajó con la pandemia, según un estudio de la Universidad de California. Pero, con el regreso a la oficina, la gente será menos sedentaria, pues tendrá que caminar. Además, recibirá sol y tomará aire fresco, lo que produce vitamina D y, por tanto, mejora la salud de los huesos, de los músculos y del sistema inmune.

2. Las rutinas. Los hábitos colapsaron el año pasado: muchos comieron mal, otros bebieron de más, y algunos dejaron a un lado el autocuidado. Todo, debido a los días desestructurados. Volver al trabajo recuperará esa estructura y servirá para el mejor manejo del tiempo y de los horarios.

3. Mejor sueño. Lo anterior ayudaría a mejorar el sueño, otro de los damnificados durante la pandemia, debido a que buena parte adaptó la cama como oficina; según los expertos, mientras más tiempo pase alguien en su cuarto, más trabajo le cuesta al cerebro ajustarse a la jornada. Para dormir hay que tener regularidad y eso lo dará el regreso al trabajo.

4. Más vida social. Dentro de la oficina es posible hacer más ejercicio a diario. El solo hecho de tener que ir a la estación de café implica pararse y caminar, lo cual ayuda a cumplir con el requisito de 10.000 pasos diarios, pero también a socializar con sus colegas.

5. Menos estrés. La salud mental se beneficia al salir de casa y descansar de los problemas y relaciones familiares. Algunas investigaciones muestran que las conexiones fugaces con extraños son importantes para liberar el estrés y aumentar la felicidad.