Como pocas veces sucede, el pasado 28 de febrero, la Fuerza Aérea Colombiana abrió las puertas de su Base Aérea de Palanquero para mostrar cómo algunos de sus pilotos realizaban una misión de reabastecimiento en el aire. La técnica, conocida en el mundo como ‘refueling’ consiste en transferir a 20.000 pies de altura y a una velocidad de 600 kilómetros por hora, 400 galones de combustible de un avión tanquero Boeing 767 a una aeronave de combate Kfir. Esta maniobra es la única en el mundo en la que dos naves se tocan físicamente en el aire Según explicaron altos mandos de la FAC, esta maniobra es una de las más complejas y riesgosas en su tipo, pues además de requerir una gran precisión y concentración de los pilotos, es la única en el mundo en la que dos naves se tocan físicamente en el aire. De acuerdo al Mayor Carlos Galvis, esta acrobacia tiene un alto valor estratégico pues aumenta el alcance y la autonomía en vuelo de los aviones militares. Una técnica que sólo países como Brasil y Colombia han perfeccionado hasta el momento en Latinoamérica. Aunque Chile también tiene reabastecimiento, lo hacen a través del sistema de lanza volante o pérdiga.
“Este ejercicio hace que una fuerza aérea tenga una capacidad distintiva. Las aeronaves tienen la oportunidad de sostenerse en el aire mucho más tiempo de lo normal. Tanto como sea necesario. Cuatro, seis u ocho horas al día”, explica. Durante la misión se transfiere el combustible a través de una manguera flexible y una cesta que contiene la válvula. “Cuando nos conectamos a esa manguera, el avión empieza a transferir la cantidad de galones que requiera la aeronave y con esa nueva cantidad, estamos en la capacidad de aumentar nuestro rango de operación”, agrega el Mayor Skyfire, el nombre por el que es conocido en su escuadrón. Lea también: ¿Qué hay detrás del escándalo de los aviones rusos? En tiempos de guerra, esta técnica requiere de misiones extremadamente planeadas pues los pilotos deben tener en cuenta la capacidad de los aviones, la proximidad del enemigo, los vientos, entre otros factores. Para el caso de la FAC, el avión tanquero Júpiter, —un Boeing 767— está en la capacidad de abastecer en el aire a cuatro aviones de combate Kfir en poco tiempo. Este “avión reina”, como le dicen, transfiere aproximadamente 200 galones por minuto, lo que equivaldría a tanquear 20 carros al mismo tiempo. Pero no cualquier miembro de las Fuerzas Militares puede realizar este tipo de misiones. De acuerdo a la FAC, convertirse en un piloto de un Kfir —sobretodo del escuadrón Kfir 111, el encargado de proveer la defensa de primera instancia para el país—, es una de las aspiraciones más altas de aquellos que ingresan a la Fuerza Aérea. Requiere de un alto acondicionamiento, explica Galvis. Pero además, también deben demostrar habilidades académicas como por ejemplo, ser bilingües. “Tener un piloto completamente formado en el escuadrón Kfir toma alrededor de un año”, explica.
Gracias a esta capacidad de combate, la FAC ha participado en dos Ejercicios Internacionales Red Flag, el entrenamiento de combate aéreo más importante del mundo que se realiza en la Base Aérea de Nellis en Las Vegas, Nevada, y que es organizado por la Fuerza Aérea de Estados Unidos. Esta es una validación internacional importante pues de acuerdo a Galvis, cualquier Fuerza Aérea que sea invitada a este evento, “cumple con los mejores estándares de entrenamiento de sus pilotos”. Entre ellos, calidad de mantenimiento de la aeronave, capacidad de comunicaciones y tecnología. Le podría interesar: El impresionante video de dos aviones chocando en el aeropuerto de Toronto Pero participar en este entrenamiento internacional también le da a la Fuerza Aérea la capacidad de ser interoperable. Es decir, la posibilidad de entrenar con algunas de las fuerzas militares más importantes del mundo y probar que está en capacidad de hacer frente a los escenarios más hostiles de guerra. Como también unirse a cualquier escuadrón de otro país. El próximo 6 de febrero, las FAC participará por tercera vez en este ejercicio internacional. Los Kfir, la principal flota de combate aérea del país, son aeronaves de fabricación israelí Palanquero es uno de los centros de entrenamiento táctico más importantes del país y por esa razón muchas de sus áreas son restringidas. Allí, los hombres de la Fuerza Aérea Colombiana practican en escenarios simulados de guerra cómo responder ante posibles situaciones de riesgo. Esta base tiene una infraestructura sofisticada, allí se alojan al menos 2.000 hombres, quienes viven junto a su familias. Tienen restaurantes, casinos y supermercados. Los Kfir, la principal flota de combate aérea del país, son aeronaves de fabricación israelí, capaces de volar a más de 2.400 kilómetros por hora rompiendo la barrera del sonido. Recientemente, han sido criticados por estar obsoletos, pero en repetidas ocasiones los altos mandos de las Fuerzas Militares han afirmado que están en perfecto estado y listos para enfrentar cualquier eventualidad.