El hígado es uno de los órganos de mayor tamaño que las personas tienen en su cuerpo. Se encarga de digerir los alimentos, almacenar energía y eliminar toxinas.
También trabaja en la depuración de la sangre y ayuda a eliminar sustancias químicas nocivas y bacterias, a la vez que crea la bilis que se encarga de descomponer las grasas y es útil en la asimilación de vitaminas liposolubles.
Por esta razón, su cuidado es determinante para mantener una adecuada condición de salud. Una de las mejores formas de protegerlo y mantenerlo sano es seguir una dieta equilibrada y baja en grasas, que incluya alimentos que sean hepatoprotectores como el limón y la cúrcuma, por ejemplo, asegura el portal de salud, Tua Saúde.
Asimismo, para cuidarlo es importante aumentar el consumo de agua y evitar la ingesta de bebidas alcohólicas, debido a que el alcohol es metabolizado por este órgano y su ingesta en exceso favorece su inflamación. Para cuidarlo y desintoxicarlo se debe aumentar el consumo de frutas y vegetales, debido a que son alimentos ricos en antioxidantes y fibras.
Dado que muchas veces no se cuida como lo requiere, el hígado está expuesto a diversas enfermedades. Según el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales de Estados Unidos, algunas como la hepatitis son causadas por virus, mientras que otras pueden ser resultado del consumo excesivo de alcohol o drogas.
De igual manera, una lesión de larga duración puede causar cirrosis. Un posible signo de la enfermedad del hígado es cuando la piel se pone de color amarillo, lo que se conoce como ictericia.
Alimentación, la clave
Dado que la alimentación es clave para su protección, los vegetales y las frutas no pueden faltar en la dieta y con ellos se pueden preparar diversas recetas que ayudarán no solo a limpiarlo sino a mantener este órgano en condiciones saludables.
Según el portal Funda Hígado América, una de las mejores formas de consumir estos alimentos es a través de ensaladas saludables, que aportan una variedad de nutrientes y vitaminas.
Si bien para muchas personas las ensaladas pueden no resultar tan llamativas, existen diversas formas de prepararlas para que queden agradables y apetitosas.
Este sitio web asegura que las enzimas hepáticas que regulan las funciones de este órgano requieren un aporte significativo de vitaminas del complejo B, particularmente las vitaminas B1, B6 y B12, que contribuyen a su depuración y desintoxicación.
Algunos alimentos ricos en vitaminas B1 son las lentejas y la carne de cerdo, ambas proteínas que se pueden integrar a las ensaladas. Por su parte, la vitamina B6 se puede encontrar en cereales integrales, frutos secos, aguacate y verduras verdes, mientras que la B12 se halla en lácteos, pescados, carnes y queso, así como en fermentos de soja y algas.
Aguacate con pollo
Una de las opciones saludables para el hígado es la ensalada de aguacate con pollo. De acuerdo con los expertos, las grasas saludables no son enemigas de las ensaladas saludables y esta receta lo prueba al usar aguacate, una fuente natural de grasas saludables, como ingrediente principal, así como pollo, una fuente de proteína de alta calidad.
Ensalada griega
Esta ensalada es de las más conocidas y de las más saludables por su balance entre grasas, vitaminas y nutrientes. Además, hace parte de la dieta mediterránea, una de las más indicadas para pacientes con enfermedades hepáticas. Según el portal Hogarmanía, a esta ensalada se puede agregar tomate, pepino, cebolla, aceitunas negras y queso feta.
Pollo con frutos rojos
Los frutos rojos son de los mejores alimentos para integrar a la dieta si se quiere proteger el hígado puesto que contienen antioxidantes y nutrientes especiales para proteger este órgano. Para prepararla se requiere de lechuga romana, rúcula, fresas, arándanos, cebolla roja en rodajas verticales y pechuga de pollo rostizado, sin piel y sin huesos, en rodajas. Las cantidades dependen del volumen que se quiera preparar. A esta ensalada se puede agregar aceite de oliva que es una grasa saludable para el organismo.