La adolescencia es una de los períodos de crecimiento del ser humano. La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que esta etapa va desde los 10 hasta 19 años. Este período de transición necesita del acompañamiento de los padres, debido a que es un proceso de descubrimiento de cada adolescente.

Según explica el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia UNICEF, “es fundamental que los padres, educadores y referentes de los adolescentes tengamos presente que el gran objetivo al transitar la adolescencia es que puedan aprender a tomar decisiones, entender sus errores, hacerse cargo de sus actos, responder con libertad, funcionar con responsabilidad y crecer en autonomía, para poder llegar a ser adultos saludables”.

Profamilia, organización privada sin ánimo de lucro que promueve el respeto y el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos en Colombia, explica que la adolescencia no debe ser vista como una enfermedad o una etapa crítica. No obstante se debe tener en cuenta que si un adolescente no ha iniciado su etapa de desarrollo a la edad de 15 años, se recomienda consultar al médico. También señala algunos de los cambios que ocurren en esta transición.

Cambios físicos de las mujeres en la adolescencia:

  • Crecimiento de las mamas y ensanchamiento de caderas.
  • Cambios en la vagina, el útero y los ovarios.
  • Inicio de la menstruación y la fertilidad.
  • Cambio en la forma pélvica, redistribución de la grasa corporal.
  • Crecimiento de vello púbico y axilar.
  • Aumento de estatura.
  • Olor corporal fuerte, cambios en la piel y acné.

Cambios físicos de los hombres en la adolescencia:

  • Desarrollo de la musculatura.
  • Crecimiento de los testículos, y alargamiento del pene.
  • Crecimiento del vello corporal (púbico, axilar, bigote, barba).
  • Aparecen las primeras erecciones y la primera eyaculación.
  • Empiezan las eyaculaciones nocturnas (poluciones).
  • Crece en el cuello una protuberancia conocida como la manzana de Adán.
  • Aumento de estatura.
  • La voz cambia y se hace más gruesa.
  • Aumento de sudoración, olor corporal fuerte y acné.

Alimentación

Tener una dieta saludable es uno de los factores más importantes para mantener un buen estado de salud. Además de prevenir la malnutrición, también contribuye a disminuir el riesgo de padecer enfermedades no transmisibles, como la diabetes, cáncer y accidentes cerebrovasculares, explica la OMS.

Los alimentos son los encargados de aportar energía y los nutrientes necesarios para el óptimo funcionamiento del organismo. Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos señala algunas recomendaciones para una dieta nutritiva:

  • Consumir una variedad de alimentos, incluyendo vegetales, frutas y productos con granos integrales.
  • Consumir carnes magras, aves, pescado, guisantes y productos lácteos descremados.
  • Beber mucha agua.
  • Limitar la sal, azúcar, alcohol, grasas saturadas y grasas trans.

Sobre esa misma línea es importante que los padres o familiares cercanos de los adolescentes supervisen la alimentación. En esta etapa, el cuerpo necesita algunos nutrientes específicos. El sitio web Infoalimentación, destaca tres elementos:

Calcio

Según explica el sitio especializado en la adolescencia las necesidades de calcio son mayores debido al crecimiento muscular y esquelético. Los expertos recomiendan consumir tres porciones de lácteos, como yogur, leche y queso. En caso de no preferir estos alimentos, existen otras fuentes de calcio:

  • Pescados (sardinas).
  • verduras de hojas verdes (repollo, brócoli, kale).
  • Semillas (semillas de sésamo).
  • Frutos secos (almendras).
  • Legumbres (porotos).
  • Alimentos y bebidas fortificadas con calcio (como jugos de frutas y cereales para el desayuno).

Hierro

Debido a la mayor síntesis de masa magra el hierro es muy necesario para el organismo. En el caso de las mujeres las necesidades de hierro son fundamentales para la menstruación. Algunas de las fuentes de hierro son:

  • Vísceras
  • Carnes rojas
  • Pescados
  • Huevo
  • Legumbres
  • Hojas verdes

Zinc

Este nutriente es vital para la sexualidad. Puede adquirirse en:

Carnes rojas.

Pescados y maricos.

Carne de aves.

Legumbres.

Granos.

Cereales integrales.