Las enfermedades cardiovasculares (ECV) son un grupo de desórdenes del corazón y de los vasos sanguíneos, que incluyen diversos tipos de cardiopatías, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Con frecuencia estos problemas se generan por la aterosclerosis, la cual se presenta cuando la grasa y el colesterol se acumulan en las paredes de las arterias, formando placas que con el tiempo estrechan los vasos sanguíneos y causan problemas en todo el cuerpo.

“Si una arteria resulta obstruida, esto puede llevar a que se presente un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular”, precisa la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

En la lista de enfermedades cardiovasculares está la cardiopatía coronaria: enfermedad de los vasos sanguíneos que irrigan el músculo cardiaco; las enfermedades cerebrovasculares que es cuando se afectan los vasos sanguíneos que irrigan el cerebro y las arteriopatías periféricas en donde se impactan los que llevan sangre a los miembros superiores e inferiores.

Otras de las afecciones que forman parte de este grupo son la cardiopatía reumática (lesiones del músculo cardíaco y de las válvulas cardíacas debidas a la fiebre reumática, una enfermedad causada por bacterias denominadas estreptococo); la congénita que está relacionada con malformaciones del corazón presentes desde el nacimiento; y las trombosis venosas profundas y embolias pulmonares, explica la OMS.

De acuerdo con la información de la OMS, los ataques al corazón y los accidentes vasculares cerebrales (AVC) suelen ser fenómenos agudos, resultado de obstrucciones que impiden que la sangre fluya hacia el corazón o el cerebro. Los AVC también pueden ser consecuencia de hemorragias de los vasos cerebrales o coágulos de sangre.

Los ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares (ACV), por su parte, suelen tener su causa en la presencia de una combinación de factores de riesgo, tales como el tabaquismo, las dietas malsanas y la obesidad, la inactividad física, el consumo nocivo de alcohol, la hipertensión arterial, la diabetes y la hiperlipidemia.

Aspectos a tener en cuenta

Por esta razón es importante adoptar algunas recomendaciones que ayudan a prevenir y evitar que estos padecimientos se presenten, pues en ocasiones pueden causar la muerte o dejar a las personas en condiciones complicadas de salud.

Información del portal Salud Mapfre, de España, asegura que la alimentación es, junto al ejercicio, la fórmula clave para evitar la enfermedad cardiovascular. La dieta tiene una relación directa en la arteriosclerosis y ejerce influencia sobre otros factores de riesgo cardiovascular como la hipertensión, la obesidad o la diabetes.

La Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SNEC) plantea que la ingesta total de grasa debe ser inferior al 30 % del aporte energético diario, pudiendo ser de 35 % en el caso de consumo habitual de aceite de oliva.

Los especialistas aseguran que es importante evitar el consumo de alimentos ricos en grasas saturadas tanto de origen animal como vegetal como los embutidos, productos procesados en los que se incluyen los snacks, platos precocinados, quesos grasos y carnes grasas.

Por el contrario, en la dieta deben incluirse alimentos de grasas monoinsaturadas como el aceite de oliva virgen y el aguacate. Y aquellos con grasas poliinsaturadas (especialmente ácidos grasos omega 3) como el pescado azul, los frutos secos y semillas oleaginosas. De igual manera, los ricos en fibra como las frutas y verduras, legumbres, cereales integrales, debido a que una de sus características es que retrasan la absorción de grasas y azúcares.

El alcohol, azúcar simple y cereales refinados no deben hacer parte de la dieta, pues es una de las mejores formas de mantener un peso adecuado y de controlar triglicéridos y colesterol. También se deben evitar alimentos que contengan teína o la cafeína y aquellos ricos en sodio, pues inciden directamente en la presión arterial.

En conclusión, según los expertos, la mejor forma de evitar complicaciones de salud relacionadas con el corazón es adoptando hábitos de vida saludables que incluyan una alimentación equilibrada y la práctica regular de ejercicio.