La piel es el órgano más grande del cuerpo y con el pasar del tiempo esta se ve más delgada, más pálida y transparente (traslúcida). Por ello, elegir un estilo de vida saludable puede ayudar a retrasar el envejecimiento natural y prevenir diversos problemas de la piel.
Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, explicó que los cambios en la piel están relacionados con factores ambientales, constitución genética, nutrición, entre otros. Sin embargo, el factor individual más importante es la exposición al sol.
Así las cosas, El Diario Libre reveló algunos cuidados para la piel y en especial después de los 50 años:
1. Hidratación: la piel seca arruga las células turgentes de la piel, lo que puede provocar líneas delgadas y arrugas prematuras. No obstante, hay que tener presente que cada tipo de piel tiene una necesidad diferente, sobre todo con el paso de los años.
2. Tener una alimentación saludable: existen algunas pruebas de que ciertas vitaminas como la C y E que ayudan a proteger la piel. Asimismo, es importante aumentar la producción de colágeno y entre los alimentos que más se recomiendan para mejorar la producción del colágeno son: el pescado, los huevos, las verduras, las carnes rojas y los frutos secos, al igual que otros que contengan omega 3.
Otros alimentos recomendados son pollo, cítricos (pomelos/toronjas), bayas (frambuesas, arándanos y moras), frutas tropicales (mango, kiwi, piña y guayaba), ajo, hojas verdes (espinaca, col rizada, acelgas, brócoli y demás verduras de ensalada) y tomates.
3. Cuidar la piel del sol: es recomendable limitar el tiempo de exposición a los rayos solares, especialmente al mediodía, y usar siempre ropa protectora, como sombreros de ala ancha, camisas de manga larga y gafas de sol. Además, se debe elegir un producto para el cuidado de la piel con un factor de protección solar (SPF), pues la American Academy of Dermatology (Academia Estadounidense de Dermatología) recomienda usar un protector solar de amplio espectro con SPF de 30 o más.
4. Realizar limpieza facial: es necesaria para el cuidado de la piel, ya que con esto se eliminan impurezas del rostro y este proceso se debe realizar en las mañanas y en las noches.
5. No fumar: fumar puede acelerar el proceso de envejecimiento normal de la piel, lo que contribuye a la formación de arrugas y a otros cambios en el aspecto del rostro, debido a que:
- La nicotina hace que los vasos sanguíneos se achiquen, lo que reduce el flujo de oxígeno y los nutrientes a las células de la piel.
- Una serie de sustancias químicas desencadenan eventos moleculares que cambian o dañan estructuras que son necesarias para la salud y elasticidad de la piel.
- Entrecerrar los ojos o fruncir los labios en forma repetitiva contribuye a la aparición de líneas alrededor de la boca y los ojos.
- El calor y el humo no inhalado pueden secar y dañar la superficie de la piel.
6. Tratar la piel con suavidad y para hacerlo es importante:
- Limitar la duración del baño. El agua caliente y las duchas o baños prolongados eliminan los aceites naturales de la piel y lo mejor es usar agua tibia en lugar de agua caliente.
- Evitar los jabones fuertes. Los jabones y detergentes fuertes pueden eliminar los aceites naturales de la piel.
- Secarse con golpecitos. Después del baño lo idea es secarse la piel suavemente con una toalla dando pequeños toques para que quede algo de humedad en la piel.
De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica y por ello lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.