Las papas fritas pueden considerarse un plato universal; en casi cualquier país del mundo se ofrece este plato como acompañante sea de hamburguesas, carnes, vegetales y otro tipo de alimentos.
Sin embargo, el pasado 13 de julio, Guinness World Records le otorgó al restaurante Serendipity3, ubicado en el Upper East Side de Manhattan, en la ciudad de Nueva York, en Estados Unidos, el título de tener las papas fritas más costosas del mundo.
El lugar es uno de los más cotizados del mundo, según cuenta el medio CNN, pues también ostenta el título de la hamburguesa más cara, que cuesta 295 dólares y un helado que tiene un valor de 1.000 dólares.
De acuerdo con el chef y director creativo del restaurante, Joe Calderone, Serendipity es un lugar feliz donde la gente va a celebrar y a escapar de la realidad de la vida.
Las papas, que ahora hacen parte de los récord ginness, se llaman La Crème de la Crème Pommes Frites tienen una preparación exclusiva y cuestan 200 dólares, es decir, unos 800.000 pesos.
Según CNN, para prepararlas, el chef utiliza las papas Chipperbec, una variedad creada específicamente para freír pues tiene la piel más fina, contiene cantidades reducidas de almidón y absorben menos grasa.
Una vez rebanadas, el chef realiza un blanqueado en champaña Dom Perignon y vinagre de Ardenas de Champagne francés J. LeBlanc hasta que las papas se suavizan.
Luego, se fríen dos veces en grasa de oca, que es un tipo de pato. La grasa de este animal tienen propiedades en su tejido adiposo que son igual de beneficiosas que el aceite de oliva pero da un ligero sabor a nuez.
Ya listas, las papas son sazonadas con sal y aceite de trufas negras que provienen de la región de Umbria, en Italia.
Finalmente, le agrega el punto final al plato que son pedacitos de hongos y una salsa de queso que también es elaborada de forma especial con crema de ubre orgánica, mantequilla y un queso suizo Raclette, de Gruyere envejecido durante tres meses.
De acuerdo con lo dicho por el chef a CNN, la protagonista del plato, además de las papas, es la trufa, un tipo de seta que no es muy fácil de encontrar por esta época del año y que le pone más retos a este plato.
Para completar, las papas son bañadas en polvo de oro comestible de 23 quilates.
De acuerdo con Record Guinness, el plato debe estar disponible para su compra al público, y se requiere que un cliente imparcial lo compre para calificar para el título.
Un cliente compró recientemente el plato de papas fritas que batió récords, el primero de los invitados de Serendipity3 en disfrutar de la nueva receta.
“La ciudad de Nueva York se ha vuelto a despertar y el mundo está encantado de que Serendipity3 esté de regreso y sea mejor que nunca”, dijo el director creativo de Serendipity3, el chef Joe Calderone, dijo a Record Guinness.
Para una persona que desee ir a cenar a este restaurante un tradicional plato de hamburguesa con papas tendría que pagar 200 dólares por las papas y 295 dólares por la hamburguesa, es decir, 495 dólares, casi dos millones de pesos.
Si el visitante Serendipity3 quiere comer un postre, puede probar el helado de 1.000 dólares, debe agregarle a su plato 3 millones de pesos. En total, una cena con postre en este restaurante cuesta unos cinco millones de pesos.
Guinness Records para Colombia
En mayo de este año, Colombia ingresó al libro de récords al producir el mango más pesado del mundo.
Los agricultores colombianos Germán Orlando Novoa y Reina María Marroquín obtuvieron la fruta que pesó 4,25 kilogramos, es decir 9,36 libras.
La postulación la hicieron desde diciembre del año pasado y recibieron el reconocimiento a finales de abril, según informó Récord Guinness en su página web.
Antes de los colombianos, el récord lo ostentaba un productor en Filipinas con un mango de 3.435 kilogramos, es decir, 7,57 libras desde el año 2009.
Según la historia que contaron los dueños de la fruta, notaron que este mango tenía un tamaño mayor a los demás que estaban cultivando por lo que lo almacenaron. La hija de los productores, Dabegy, buscó por internet si existía algún récord mundial del mango más grande y encontró que la categoría se encontraba en el Libro de los Guinness y que la fruta filipina tenía el primer lugar.
Inmediatamente lo pesaron y pudieron constatar que efectivamente el suyo era más pesado que el que tenía el primer lugar y enviaron la evidencia. Finalmente, entraron en el libro de los récords.