Los problemas en las caderas han llevado a muchas mujeres a tener limitaciones físicas y hasta a afectar su autoestima, por lo que no es una sorpresa que el 82 % de las personas con artrosis de cadera tiendan a tener dificultades durante su actividad sexual, debido a la rigidez y el dolor, según un estudio realizado por la Fundación Santa Fe de Bogotá.

Ahora bien, la cirugía de cadera es una intervención que va más allá de restaurar la función articular y mitigar el dolor del paciente, puesto que con ella se entrega bienestar y la recuperación de una vida funcional y en ese sentido, cuando un paciente, por cualquier razón, se debe someter a este tipo de cirugía, la idea es poder restablecer la calidad de vida, y devolver el desarrollo normal de sus actividades.

El estudio científico, titulado “The impact of total hip arthroplasty on sexual satisfaction in female patients: a prospective before and after cohort study”, hecho por el equipo médico de la sección del Centro Osteomuscular, demuestra el impacto positivo que una artroplastia, más conocida como reemplazo total de cadera, aporta al mejoramiento de la actividad sexual, principalmente en las mujeres.

Este estudio incluyó a 56 mujeres, con un promedio de 58 años y con una vida sexual activa, quienes fueron operadas por el equipo de cirujanos de cadera. Todo esto con el objetivo principal de determinar la influencia de la cirugía de cadera en la satisfacción sexual femenina.

En concordancia, para poder llegar a un resultado lo más acercado a la realidad posible, reflejando dicha situación, durante el estudio fueron evaluadas sus limitaciones y, por supuesto, la satisfacción sexual antes de la cirugía y 6 meses después de esta.

Antes de la cirugía

Solo el 28% de las mujeres logran, según su experiencia, disfrutar de su sexualidad antes de la cirugía y el 90% de ellas sufren dolor durante o después de su actividad sexual, además de que tan solo una tercera parte de las mujeres lograban tener relaciones sexuales con la frecuencia que deseaban.

Asimismo, más de la mitad de las mujeres tenían la percepción de ser menos atractivas por la condición; el 63% consideraron que su vida sexual se veía directamente afectada por la lesión y el 39% manifiesta miedo a sufrir un trauma o a empeorar su situación.

Después de la cirugía

Una vez realizada la cirugía, teniendo en cuenta los resultados, la tasa de satisfacción sexual aumentó a un 92 % después del procedimiento; solo el 8% de las mujeres manifestaron dolor durante o después de la actividad sexual; el 93% indicó mantener relaciones sexuales con la frecuencia deseada y el 64% reportó la capacidad de asumir distintas posiciones.

De igual forma, el 92 % de las mujeres señalaron estar sexualmente satisfechas luego de 6 meses de cirugía, el miedo a tener una lesión disminuyó de una forma considerable, presentándose solo en el 8% de ellas.

“Desde la Fundación Santa Fe de Bogotá nos enfocamos no solo en los resultados clínicos, sino también en los desenlaces funcionales de las personas para que en su recuperación puedan disfrutar de las actividades recreativas y por su supuesto su actividad sexual. Además, luego de la cirugía, la Fundación brinda un plan de educación al paciente en términos de acompañamiento, orientación y fisioterapia dirigida a que esas mujeres puedan retomar su vida sexual con posiciones seguras, con el fin de evitar lesiones luego de 4 semanas de la operación”, cierran los expertos del Centro Osteomuscular de la Fundación Santa Fe de Bogotá.