Podría pensarse que el reflujo o acidez estomacal no tiene nada que ver con el corazón o específicamente con un ataque cardíaco. Sin embargo, sí pueden tener mucha relación.

Se trata de dos afecciones diferentes que pueden tener un síntoma similar: dolor de pecho. Cuando se presenta un ataque cardiaco es difícil saber si la persona debe buscar atención médica inmediata o si solo con tomar un antiácido es suficiente.

Según la Revista Española de Enfermedades Digestivas, el dolor torácico o dolor de pecho es un síntoma que alarma a quien lo padece, porque puede deberse a una enfermedad cardiaca grave como es la obstrucción de las arterias coronarias que aportan sangre al corazón, pero también puede ser de origen esofágico, que se presenta por reflujo del contenido ácido del estómago hacia el esófago.

El portal Healthline define el ataque cardíaco como aquel padecimiento que se presenta cuando una arteria principal o arterias en el corazón no reciben suficiente flujo sanguíneo. Como resultado, algunas áreas de este órgano no reciben la cantidad de sangre y oxígeno que requieren y es a lo que médicamente se le conoce como isquemia.

Por su parte, la acidez estomacal ocurre cuando el ácido que usualmente va hacia el estómago empieza a subir hacia el esófago (el conducto entre tu boca y el estómago) y algunas veces llega hasta boca. El ácido en el estómago es el que disuelve los alimentos y nutrientes; y el recubrimiento de el estómago es suficientemente fuerte como para que éste no lo afecte.

Sin embargo, el recubrimiento del esófago no tiene la misma clase de tejidos que el estómago. Cuando el ácido sube hacia el esófago, puede crear una sensación de ardor. Esto puede causar dolor en el pecho y molestias, que pueden ser confundidas con un ataque cardíaco.

Otros síntomas

Además del dolor en el pecho, en el ataque cardíaco se pueden presentar otros síntomas como mareos, aturdimiento, náuseas, dolor que irradia hacia el cuello, mandíbula o espalda, dificultad para respirar, sudor y fatiga inexplicable.

Por su parte, la acidez estomacal puede ser una sensación molesta que puede parecer como ardor que empieza en la parte superior del estómago e irradia hacia el pecho. Otros signos están relacionados con la sensación de ardor que aumenta en el pecho si la persona se recuesta, dolor que usualmente empieza después de comer y sabor amargo o ácido en la boca.

Según especialistas, una forma de identificar si se trata de uno u otro padecimiento es que si la persona eructa y los síntomas desaparecen, probablemente no esté relacionado con el corazón, sino con el esófago; pero, por el contrario, si el paciente presenta una respiración entrecortada o sudores se puede tratar de un problema relacionado con este órgano.

Ante esta posible dualidad, la recomendación de los expertos es que si la persona no está segura de cuál es su padecimiento, busque ayuda de manera inmediata, ya que es muy fácil confundir las dos afecciones, por lo que un médico debe descartar la posibilidad más grave.

Hombre que tiene un ataque al corazón / dolor en el pecho en un fondo aislado. | Foto: twinsterphoto

Es importante tener en cuenta que el taque cardíaco y la acidez estomacal no son las únicas causas del dolor de pecho, aunque sean algunas de las más probables. Otros síntomas potenciales incluyen:

- Ataque de ansiedad: Brotes severos de ansiedad pueden causar sensación de pánico que pueden hacer que la persona se sienta como si estuviera muriendo. Otros síntomas incluyen dificultad para respirar y temor intenso, precisa Healthline.

- Espasmo muscular esofágico: Algunas personas tienen tensión o espasmos en el esófago. Si esto ocurre, se puede presentar dolor en el pecho.

- Dolor de vesícula: La vesícula es responsable de liberar bilis que el cuerpo usa para digerir las grasas. Puede obstruirse o enfermarse, causando síntomas como dolor en los hombros, brazos y cuello, al igual que náuseas y vómitos.

- Pleuresía: Esta afección es una inflamación de los tejidos en la pared del pecho, con frecuencia se debe a una tos intensa o una inflamación por una infección.