La investigación adelantada por la Universidad de Granada y la Universidad de las Palmas en Islas Canarias encontró que las personas que consumían comidas rápidas tenían un 50 por ciento más riesgo de presentar depresión. El estudio se realizó durante seis meses con 8.964 personas sin antecedentes de depresión. Los alimentos que se tuvieron en cuenta fueron hamburguesas, salchichas y pizza como comidas rápidas y otros productos como muffins, doughnuts y croissants como pastelería procesada. El riesgo de depresión está relacionado con la cantidad de comida rápida que se consume. De esta forma las personas que más comieron este tipo de alimentos, tuvieron más episodios depresivos. El estudio encontró que el consumo de comida rápida estaba relacionado con otros factores como el sedentarismo y se presentaba más en personas solteras que fumaban y que trabajaban más de 45 horas a la semana. “Son necesarios más estudios, pero el consumo de este tipo de comidas debe ser controlado por las consecuencias que puede tener en la salud mental y física de las personas”, afirmó Almuneda Sánchez- Villegas, investigadora del estudio. Este estudio coincide con un informe publicado en el 2011 que encontró un 42 por ciento más de riesgo de sufrir depresión.Y es que previamente se han hecho investigaciones buscando la relación de elementos de la dieta con problemas mentales como la vitamina B y los ácidos grasos. Se considera que más de 100 millones de personas en el mundo presentan episodios depresivos que requieren atención médica. Aunque hasta el momento se sabe poco de la relación entre la dieta y los problemas mentales, hay datos que muestran que la dieta mediterránea está relacionada con un menor riesgo de desarrollar depresión. La dieta mediterránea se basa en un consumo alto de vegetales, frutas, pan, cereales y vino en cantidad moderada.