La circulación sanguínea cumple un papel fundamental para el funcionamiento vital del cuerpo; el corazón ejerce, además, una fuerza que impulsa la sangre cargada de oxígeno y nutrientes hacia diferentes zonas como órganos, huesos y músculos. De ahí la importancia de tener una buena circulación.
La ciencia ha comprobado que los problemas de circulación sanguínea derivan en enfermedades graves del sistema cardiorrespiratorio, así como lo explica el portal experto en salud Curves.
“Las enfermedades cardiovasculares más comunes que se derivan de una mala circulación sanguínea, según los médicos, son las varices, migrañas, infartos de miocardio, infartos cerebrales, diabetes, hemorroides”, señala.
Además, se refiere a las señales más frecuentes que indicarían problemas con la circulación sanguínea en el cuerpo, como el hormigueo e hinchazón en las extremidades inferiores.
“Algunas de las señales que indican que hay una mala circulación de la sangre son hormigueo en los pies, frío en las extremidades, pies hinchados, sensación de agotamiento constante y la aparición de las primeras varices”, explica.
Algunos hábitos nocivos para la salud pueden ser en parte los causantes de los problemas con la circulación. En primer lugar, está el abuso en el consumo de alimentos altos en grasas saturadas incrementan la posibilidad de desarrollar deficiencias en el sistema circulatorio.
La vida sedentaria tiene que ser otro aspecto a tener en cuenta a la hora de prevenir o tratar las dificultades de circulación. Es importante realizar actividad física, esto puede evitar la aparición de varices en las piernas, así como contribuir al buen funcionamiento del corazón.
La naturaleza también ofrece algunas alternativas que pueden mejorar el funcionamiento circulatorio de la sangre en el cuerpo. El ajo es un alimento natural muy conocido en el mundo gastronómico por ser un gran aliado a la hora de condimentar las comidas, sin embargo, también se ha ganado el respeto de la humanidad debido los beneficios que puede traer para el cuerpo.
Uno de esos beneficios tiene que ver con el sistema circulatorio, ya que el ajo ayuda a estimularlo, además de mantener un control sobre la presión arterial, pieza clave en el proceso, así lo explica Mejor con Salud por medio de su portal digital.
“Resulta interesante saber que en un estudio realizado con una muestra de 112 personas con niveles de colesterol alto, como parte del tratamiento médico, el consumo regular de ajo con zumo de limón ayudó a mejorar los niveles de colesterol y la presión arterial”, señala.
Aunque el ajo se puede encontrar en su estado natural, en forma de cápsulas o comprimidos y hasta en polvo, existe una combinación natural que ayudará a la circulación sanguínea.
Ajo y miel
Ambos alimentos son ampliamente utilizados en el tratamiento de diversidad de enfermedades, sin embargo, al combinarlos se podrá conseguir con excelente aliado para mejorar la circulación sanguínea. Esto se debe a juntos generan un efecto vasodilatador, es decir, que aumentan el tamaño de los vasos sanguíneos, lo que permite un mejor flujo de la sangre y control de la tensión arterial.
El portal experto en estilo de vida GastroLab comparte una sencilla receta que se puede preparar desde la comodidad del hogar.
Ingredientes:
- 1/2 taza de miel de abeja
- 5 dientes de ajo
Preparación:
- Pelar y machacar levemente el ajo, también se puede prensar o cortar en rebanadas delgadas.
- Servir el ajo en un recipiente, de preferencia de vidrio y esterilizado con tapa.
- Agregar la miel de abeja, de preferencia orgánica, para luego revolver, tapar y dejar reposar en un lugar oscuro por una semana.
Luego del tiempo de reposo, los expertos sugieren tomar una cucharada de esta miel en ayunas. Es recomendable tomarlo por 7 días seguidos.