El insomnio es un trastorno frecuente del sueño. Es decir, cuando se tienen dificultades para conciliar el sueño, para mantenerse dormido o para lograr un sueño de buena calidad, de acuerdo con el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre de Estados Unidos.
Además, Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, explicó que el insomnio es común, aunque afecta con mayor frecuencia a las mujeres que a los hombres. Además, se puede padecer a cualquier edad, pero es más común en adultos mayores.
Adicional, se tiene un mayor riesgo de insomnio si:
- Se está deprimido o se tienen otros problemas emocionales, como el divorcio o la muerte de un cónyuge.
- Se tienen problemas de dinero.
- Se trabaja de noche o hay cambios frecuentes en el horario de trabajo.
- Se viaja largas distancias con cambio de horas.
- Se tiene un estilo de vida sedentario.
- Se es afroamericano: La investigación muestra que los afroamericanos tardan más en quedarse dormidos, no duermen bien y tienen más problemas respiratorios relacionados con el sueño que los blancos, según la biblioteca.
Sobre la misma línea, Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, indicó que el insomnio puede afectar tanto mental como físicamente y las complicaciones del insomnio pueden incluir lo siguiente:
- Peor desempeño en el trabajo o en la escuela.
- Disminución del tiempo de reacción al conducir y un mayor riesgo de accidentes.
- Trastornos de salud mental, como depresión, un trastorno de ansiedad o abuso de sustancias.
- Aumento del riesgo y la gravedad de enfermedades o afecciones a largo plazo, como presión arterial alta y enfermedades cardíacas.
Dicho lo anterior, el portal Hoy en Belleza reveló que mezclar un cuarto de cucharadita de miel con un octavo de sal marina más una cucharada de aceite de coco, generará una relajación en el cuerpo y la mente, lo cual será ideal poder conciliar el sueño y evitar el insomnio.
Respecto a los beneficios de los ingredientes, la miel contiene azúcar natural que ayuda a producir una pequeña secreción de insulina y es gracias a esta hormona que se permite la creación de la melatonina, la hormona encargada de regular el sueño.
Además, el aceite de coco generará una sensación de plenitud, lo cual evitará el hambre y la sal reducirá los niveles de estrés.
De todos modos, antes de consumir algún alimento, lo primero que hay que hacer es consultar al médico tratante o a un nutricionista para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona, pues las anteriores recomendaciones no son las indicadas para todas las personas, ya que la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.
Por su parte, otras recomendaciones para dormir mejor son:
- Fijar un objetivo de sueño. Tratar de dormir por lo menos siete horas por noche para tener la energía necesaria para hacer frente a las exigencias cotidianas. Dormir bien puede ayudar a aumentar la motivación y fuerza de voluntad, haciendo que sea más fácil evitar las tentaciones.
- Establecer una hora regular para acostarse y cumplirla. El primer paso para cambiar un comportamiento es comprometerse con lo que se quiere lograr y apegarse al plan. Esto puede significar poner el teléfono en otra habitación para no tener tentaciones de revisar las redes sociales justo antes de dormir o poner una alarma para recordar que es hora de empezar a prepararse para ir a la cama.
- Comer alimentos más saludables. Cuando el cuerpo y la mente están fatigados, es posible que malinterprete las señales de hambre. Es común confundir la fatiga o las emociones con el hambre.
- Procurar estar en calma antes de dormir. Reservar un poco de tiempo antes de acostarse para relajarse, ya que esto puede contribuir a la transición hacia el sueño y algunas recomendaciones son: respiraciones profundas, relajación muscular progresiva, estiramientos suaves o visualización dirigida para ayudar a enfocar la atención en el presente y alejarse de las preocupaciones.