La hipertensión es la elevación de los niveles de presión arterial, que es la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Además, Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, explicó que las mediciones de la presión arterial se clasifican en varias categorías:
- Presión arterial normal. Si se encuentra por debajo de 120/80 mm Hg.
- Presión arterial elevada. La presión arterial elevada es una presión sistólica de 120 a 129 mm Hg y una presión diastólica por debajo (no por encima) de 80 mm Hg. La presión arterial elevada tiende a empeorar con el tiempo, a menos que se tomen medidas para controlarla. La presión arterial elevada también puede llamarse prehipertensión.
- Hipertensión de etapa 1. La hipertensión de etapa 1 es una presión sistólica que oscila entre 130 y 139 mm Hg o una presión diastólica que oscila entre 80 y 89 mm Hg.
- Hipertensión de etapa 2. La hipertensión de etapa 2, que es una hipertensión más grave, es una presión sistólica de 140 mm Hg o superior, o una presión diastólica de 90 mm Hg o superior.
Dicho lo anterior, si tras exámenes médicos se diagnosticó hipertensión es importante controlarla y una forma de hacerla es con remedios naturales, según el portal Mejor con Salud como, por ejemplo, el aceite de oliva, pues de acuerdo con una publicación de la Fundación Española del Corazón, los estudios científicos indican que el aceite de oliva protege contra la inflamación, el estrés oxidativo y el riesgo cardiovascular provocados por el envejecimiento.
Según esta institución, los científicos aportan cada vez más pruebas de las propiedades beneficiosas del aceite de oliva para la salud. Gracias a su alto contenido en ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados, ayuda a levar los niveles de colesterol HDL (bueno) y disminuir el malo.
Además, el aceite de oliva se usa desde hace cientos de años y es recomendado por los especialistas, debido a que está compuesto por ácidos grasos monoinsaturados, los cuales son considerados una grasa dietética saludable.
De hecho, un informe de Mayo Clinic indica que los expertos recomiendan usar aceite de oliva en lugar de otros alimentos grasos, en particular la mantequilla y la margarina en barra, pero también indican que no se puede hacer que los alimentos poco saludables sean más saludables, simplemente añadiéndoles este tipo de aceite.
De todos modos, antes de consumir algún alimento, lo primero que hay que hacer es consultar al médico tratante o a un nutricionista para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona, pues las anteriores recomendaciones no son las indicadas para todas las personas, ya que la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.
Por su parte, otros hábitos que pueden ayudar a controlar la presión arterial alta incluyen:
- Limitar la cantidad de alcohol que se bebe. Para los adultos sanos, esto significa hasta una copa por día para las mujeres de todas las edades y para los hombres mayores de 65 años, y hasta dos copas por día para los hombres menores de 65 años.
- Hacer actividad física con regularidad. La Organización Mundial de la Salud (OMS) sugiere realizar actividades físicas aeróbicas moderadas durante al menos 150 a 300 minutos; o actividades físicas aeróbicas intensas durante al menos 75 a 150 minutos. Se vale también una combinación equivalente de actividades moderadas e intensas a lo largo de la semana.