Hinchazón, dolor y sensación de cansancio en las piernas son algunos de los síntomas que generan las venas cuando no funcionan bien. Se les conoce como várices.
Se trata de venas superficiales que sufren una dilatación anormal y pueden variar desde pequeñas vénulas menores de un milímetro de grosor (Teleangiectasias) hasta grandes paquetes dilatados y prominentes que se observan fácilmente por encima de la piel.
Según información de la Clínica Imbanaco, en su página web, en las piernas existen dos sistemas venosos: el superficial, compuesto por venas que van debajo de la piel, y el profundo, formado por aquellas que se encuentran entre los músculos y pegadas a los huesos.
Las venas tienen válvulas que ayudan a mantener la sangre fluyendo en una sola dirección hacia el corazón. Si las válvulas están débiles o dañadas, la sangre se detiene o se acumula, lo que genera inflamación, según información de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Esto se presenta porque cuando la sangre no vuelve con fluidez al corazón, se va estancando y para que tenga sitio, la vena se dilata. En un primer momento, si se favorece el retorno venoso dicha dilatación desaparece, pero si este proceso dura demasiado, la vena se “cede” y las válvulas dejan de funcionar.
Manzanilla y caléndula
Dadas las molestias que esta afección genera y los problemas que se ocasionan en la circulación, hay algunos remedios caseros a los que se puede recurrir para ayudar a mejorar la condición. Uno de ellos es una solución de manzanilla con caléndula. Para elaborarla se deben usar dos litros de agua y agregar un puñado de cada una de estas dos plantas.
Se hierve, luego se deja reposar durante un tiempo prudencial hasta que esté tibia y después se aplica sumergiendo los pies en una tina o balde. El objetivo es aprovechar las propiedades medicinales de estas hierbas. Por ejemplo, debido a sus propiedades antiinflamatorias, la manzanilla puede reducir de forma leve la hinchazón de la piel, precisa una publicación de la revista Mejor con Salud, escrita por Ekhiñe Graell.
Por su parte, las flores de caléndula también son antiinflamatorias y analgésicas, por lo que ayudarían a optimizar el paso del flujo sanguíneo a través de las arterias. “Durante siglos se han utilizado como tratamiento contra los problemas inflamatorios, ya que favorecen la disminución de la hinchazón mientras restablecen la circulación”, asegura la citada fuente.
Además, esta planta contiene flavonoides, vitamina C y minerales esenciales. Así, su absorción mejora la condición de la piel que puede resecarse y volverse más frágil debido a su estiramiento. En general, es una hierba que ayuda a desinflamar los capilares sanguíneos facilitando el retorno de esta sustancia hacia el corazón.
Otro remedio casero
Otra opción casera para aliviar las várices y mejorar la circulación es el alcohol de romero. Esta planta es rica en un compuesto llamado rosmaricina, que tiene efectos positivos sobre la circulación sanguínea. Información del portal Gastrolab, de México, indica que consumir esta hierba ayuda a prevenir las várices y a disminuir la hinchazón en los pies, gracias a que promueve la oxigenación en las extremidades.
La mencionada fuente asegura que una forma de aprovechar esta propiedad es a través del alcohol de romero, que se puede preparar en casa. Para elaborarlo, se requiere de una taza de alcohol y 50 gramos de romero fresco. Se coloca el alcohol en una botella y después se introducen las hojas de romero, que deben estar lo más frescas posibles. Se tapa la botella y se deja que el alcohol macere la planta por 15 días, ubicándola en un lugar oscuro y bien tapado. Pasado ese tiempo, se cuela la mezcla y se guarda en una botella opaca para que no le afecte la luz.
Para aplicarlo, se limpia el área en la que se usará, luego se coloca el remedio y se masajea de manera circular con la punta de los dedos, con el fin de que el alcohol se absorba por la piel. Se repite el proceso cada tres días y por un lapso de dos semanas.
Consejos para mejorar la circulación
- Buena postura en la oficina: no sirve de mucho dedicar una hora al día a realizar ejercicio si luego la persona se sienta durante todo el día en el trabajo, precisa un artículo del diario El Español. Sin embargo, hay trucos que pueden ayudar como, por ejemplo, no cruzar las piernas, levantarte cada 30 o 45 minutos, utilizar las escaleras en lugar del ascensor o mover las piernas mientras la persona está sentada.
- Disminuir el consumo de sal: la ingesta de grandes cantidades de sal en la alimentación puede dificultar la circulación sanguínea, pues la sal contiene sodio, el cual retiene el agua, por lo que si el cuerpo acumula mucho de este mineral, aumenta la retención de líquidos, ocasionando el surgimiento de hinchazón en las piernas, los pies, los tobillos, los brazos y las manos.
- Beber más líquidos: la ingesta de líquidos durante el día previene la mala circulación, pues cuando el cuerpo no está lo suficientemente hidratado, la sangre no circula de forma adecuada, pudiendo causar retención de líquidos e hinchazón de las piernas, los pies o las manos.
- Comer pescado: los ácidos grasos omega-3 en el pescado graso promueven la salud cardiovascular y mejoran la circulación, según el portal Medical News Today. El pescado graso incluye: salmón, macarela, sardinas y atún. Para las personas vegetarianas o veganas, la col rizada o kale contiene pequeñas cantidades de ácido graso omega-3.
- Mantener el hierro balanceado: Este es un mineral esencial para el sistema circulatorio. Se requiere para producir hemoglobina, uno de los componentes importantes de los glóbulos rojos que es necesario para transportar el oxígeno. Los especialistas aseguran que comer alimentos ricos en hierro, como carnes rojas o espinaca, ayuda a que el cuerpo mantenga este mineral esencial. Sin embargo, lograr un equilibrio saludable también es necesario.
- Caminar de puntillas: cuando la persona camina en esta posición, logra estimular la contracción de los gemelos, que, al mismo tiempo, comprimen las venas, facilitando el retorno venoso. Esto se denomina bomba muscular y su activación influye de manera significativa en la circulación de las piernas, precisa el portal Tu Canal de Salud, de España.
- Practicar yoga: este ejercicio de bajo impacto, que implica doblarse, estirarse y torcerse, ayuda a comprimir y descomprimir las venas, lo cual redunda en una mejor circulación. Un estudio publicado en European Journal of Preventive Cardiology determinó que el yoga es beneficioso para el sistema cardiovascular y el metabolismo.
Alimentos que se deben evitar para cuidar la circulación
- Ricos en sodio: Este mineral en cantidades altas puede afectar tanto las arterias como los vasos más pequeños. El sodio favorece la retención de líquidos, con lo que el volumen de la sangre aumenta. Y esto a su vez provoca una subida de la presión arterial que acaba dañando las paredes vasculares.
- Carnes procesadas: La ingesta de carne roja por sí sola está considerada factor de riesgo para padecer enfermedades cardíacas y problemas en la circulación sanguínea. Sin embargo, no todas afectan por igual. El grado de procesamiento que tiene la carne es uno de los factores clave para determinarlo, dicen los especialistas, precisa Mejor con Salud.
- Grasas trans: Este tipo de ácidos grasos pueden generar colesterol y triglicéridos altos en la sangre. El exceso de estas grasas lleva a que se presente una circulación y oxigenación deficientes, precisa el portal Su Médico. Los alimentos que se deberían evitar son los pasteles y galletas industrializadas, margarinas vegetales y comidas rápidas.
- Azúcares añadidos: Estos son de los ingredientes o componentes que más inconvenientes de salud generan a las personas y tampoco son favorables para la circulación. Normalmente no aportan nutrientes y, en cambio, tienen un elevado valor calórico. Esto conduce a una mayor probabilidad de padecer obesidad, lo que repercute en una peor salud cardíaca.
- Embutidos: El procesamiento al cual son sometidos estos alimentos es importante, pues algunos aditivos añadidos a estos productos cárnicos pueden afectar los niveles de presión arterial, generando afectaciones en las paredes vasculares.