Tanto para mujeres como hombres, lucir un cabello saludable es muy importante y, por tal razón, hay múltiples recetas caseras que ayudan y en especial a aquellas que tienen el cabello graso.

Por tal razón, el diario español Mundo Deportivo reveló, en su sección de belleza, que existen varios tratamientos naturales que ayudan a tratar el cabello grasoso como, por ejemplo aplicar zumo de limón en el cuero cabelludo y en el cabello, pues este alimento tienen propiedades astringentes que ayudan a “regular la producción de sebo del cuero cabelludo”.

La siguiente recomendación es aplicar cerveza después de aplicar el champú y finalmente enjuagar el cabello con agua tibia.

La tercera sugerencia del diario es hervir agua y agregar dos hojas secas de cola de caballo. En seguida, se deja reposar la mezcla por 15 minutos, se cuela y cuando se enfría se aplica sobre todo el cabello y cuero cabelludo después de haber aplicado el champú de rutina.

Otro remedio casero es licuar la pulpa del aloe vera y la pasta que se consigue se debe aplicar en todo el cabello por 25 minutos y por último se enjuaga con agua tibia.

La quinta sugerencia es preparar una loción de menta y romero que se debe aplicar en el cabello después de lavarlo y para prepararla se debe hervir agua y se le agrega un puñado de hojas de menta y hojas de romero frescas. Después, se cuela y con un spray se aplica.

¿Cada cuánto hay que lavarse el cabello?

“Lavarse el pelo diariamente no debe suponer un problema si se usan los productos adecuados. Todo depende de las particularidades de cada tipo de cabello. En general, se suele indicar que un cabello muy graso debe lavarse con mayor frecuencia que un cabello seco”, dijo Aurora Garre, Medical Marketing Manager de ISDIN, al portal Mejor con Salud.

El cuidado del cabello es un asunto diario. | Foto: Getty Images

Sobre la misma línea, la dermatóloga de la Unidad de Tricología y Trasplante Capital del Grupo Pedro Jaén, Rocío Gil, le dijo al portal que “lavarse el pelo cada 24-48 horas es lo recomendable para mantener una adecuada higiene del cuero cabelludo”.

Por eso, hay que lavarlo las veces que haga falta. Si es un cuero cabelludo graso será necesario a diario o cada dos días. Hay que elegir un champú adaptado al cuero cabelludo de cada cual: seco, graso o sensible. Hay que emulsionarlo en la mano y masajearlo suavemente entre uno y tres minutos.

Además, lo más aconsejable es utilizar agua tibia, que no supere los 36 ºC y acabar el lavado con agua fría, para cerrar y sellar las cutículas y conseguir así más brillo.

También es importante resaltar que el cuero cabelludo hay que lavarlo y mantenerlo limpio porque es la base del cabello, sobre la que crecerá sano y fuerte. Un cuero cabelludo sucio puede favorecer la caída y la pérdida de densidad y de volumen.

Sobre el secado, los expertos recomiendan que no se debe frotar el pelo nunca cuando está mojado, ya que es mucho más sensible y propenso a la rotura, además la cutícula se abre y se encrespará. Lo ideal es utilizar una toalla de microfibra, y envolver el pelo para que vaya absorbiendo la humedad.

Sobre la misma línea, para mantener un cabello sano, brillante y fuerte es importante cortar las puntas de manera permanente, usar solo la cantidad necesaria de champú y aplicar mascarillas para hidratarlo y reconstruirlo. Sin embargo, antes de hacerlo, es importante que tenga claro si el cabello es seco o grasoso para poder saber qué mascarilla aplicar. Si no se sabe, lo ideal es consultar un experto.

Finalmente, los expertos recomiendan evitar los tratamientos fuertes, como los rizadores calientes y las planchas para el cabello, pues estos aparatos deshidratan el pelo y lo adelgazan.