Los dolores musculares son un padecimiento común y en ocasiones afectan a más de un músculo. La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos asegura que esta molestia puede involucrar ligamentos, tendones y fascias, que son los tejidos blandos que conectan los músculos, huesos y órganos.

Normalmente, este dolor está relacionado con tensión, sobrecarga o lesión muscular cuando se realiza ejercicio o mucho esfuerzo físico. No obstante, también podría ser un signo de enfermedades que afectan todo el cuerpo. Por ejemplo, algunas infecciones como la gripa y trastornos que afectan los tejidos conectivos en todo el cuerpo, como es el caso del lupus.

En general, este tipo de dolor está localizado y suele afectar solo algunos músculos o una parte reducida del cuerpo, precisa el instituto de investigaciones Mayo Clinic.

En la lista de razones por las cuales se presentan estos malestares están: lesión o trauma, incluso esguinces y distensión muscular; sobrecarga: usar demasiado el músculo, muy rápido, sin calentamiento o con excesiva frecuencia y la tensión o el estrés.

Sin embargo, no son las únicas. También algunos medicamentos ocasionan dolor muscular, al igual que los desequilibrios electrolíticos, como en el caso de muy poco potasio o calcio; la fibromialgia; infecciones como influenza, polimialgia reumática y polimiositis.

Cuidados en el hogar

- Cuando se presenta dolor muscular por sobrecarga o lesión, una de las recomendaciones es descansar la parte afectada del cuerpo y tomar paracetamol o ibuprofeno.

- Aplicar hielo dentro de las primeras 24 a 72 horas posteriores a la lesión para reducir la inflamación y el dolor. Después de esto, la aplicación de calor brinda más alivio.

- Los expertos aseguran que los dolores musculares producto de sobrecarga y fibromialgia suelen responder bien a los masajes. Los ejercicios de estiramiento suaves después de un período de descanso largo también son útiles.

- Ejercicio: La actividad física regular ayuda a restaurar el tono muscular apropiado. Caminar, montar en bicicleta y nadar son buenas actividades aeróbicas que se pueden intentar. Lo aconsejable es empezar lentamente y luego incrementar las sesiones de ejercicios de manera gradual. Sin embargo, es importante evitar las actividades aeróbicas de alto impacto y el levantamiento de pesas cuando la persona esté lesionada o mientras tenga dolor.

- Dormir bien y reducir el estrés es otra estrategia. El yoga y la meditación son formas favorables para ayudar a dormir y relajarse.

- Vendar la parte lesionada para reducir la hinchazón y los hematomas y mantenerla así hasta por una semana después de la lesión.

- Elevar la parte lesionada al nivel o por encima del corazón, si es posible. Esto ayuda a prevenir la hinchazón y reduce los hematomas.

¿Cómo evitar el dolor muscular?

  • Estirar antes hacer ejercicio.
  • Calentar antes del ejercicio y permitir que los músculos se enfríen después de la actividad física.
  • Beber muchos líquidos antes, durante y después del ejercicio.
  • Descanso limitado. Información del portal Family Doctor, de la Academia Americana de Médicos de Familia indica que es importante descansar 48 horas antes de trabajar los mismos grupos musculares de la misma manera, con la misma intensidad o durante el mismo tiempo. “El ejercicio limitado o más ligero de los mismos músculos puede ayudar”, asegura esta fuente.
  • Hacer ejercicios de la manera correcta ayuda a protegerse de la tensión muscular o las lesiones. Si la persona está en un gimnasio es importante pedir ayuda a los entrenadores.
  • Estirar después de hacer ejercicio. Los músculos están relajados y más flexibles cuando están calientes. El estiramiento también hace circular la sangre fuera de los músculos y de regreso al corazón para ayudar en la recuperación.
  • Mantenerse dentro de los límites. Es posible que se sienta la tentación de esforzarse, pero lo aconsejable es progresar lentamente con el ejercicio.