La caspa es una descamación excesiva del cuero cabelludo que puede tornarse molesta y antiestética. Esta resequedad provoca que pequeños restos de piel seca de color blanquecino se desprendan y se dispersen dentro del cabello o caigan sobre los hombros o la ropa.
A veces es una molestia que resulta difícil de controlar. Según el tipo, la caspa puede presentarse acompañada de picazón y aspecto aceitoso del cabello, pero sin signos clínicos de inflamación en el cuero cabelludo, algo que es más característico de la dermatitis seborréica, explica el portal Cinfasalud.
Este padecimiento suele aparecer tras la pubertad porque durante la adolescencia las concentraciones de hormonas son mayores y el organismo produce más grasa. Por este mismo motivo, es extraño que la caspa esté presente en niños y ancianos, aunque puede ser frecuente en la edad adulta.
Si bien existen productos comerciales y químicos para mejorar esta condición; también hay opciones caseras que resultan efectivas para deshacerse de manera natural de esta molestia. Estas son algunas de ellas:
Aloe vera
Las propiedades antibacterianas y antifúngicas de esta planta ayudarían a proteger contra la descamación. De igual forma, hay evidencia científica que indica que el aloe vera es favorable contra varias especies de hongos y ayudaría a controlar las infecciones fúngicas que ocasionan la pérdida de cabello debido a la caspa.
Aceite de coco
Ayuda a mejorar la hidratación de la piel y a evitar la resequedad. El portal Healthline cita un pequeño estudio realizado a 34 personas, el cual demostró que este producto es efectivo para cumplir con este objetivo. “Otra investigación determinó que el aceite de coco ayudaría a tratar el eczema, una condición de la piel que puede contribuir a la caspa”, precisa el mencionado sitio web.
Vinagre
A este producto se le atribuyen propiedades desinfectantes, a la vez que ayuda a regular el pH del cuero cabelludo. Para obtener sus beneficios se puede mezclar una parte de vinagre de manzana y otra igual de agua y aplicarlo dando masajes suaves, precisa un artículo del medio digital Business Insider.
Tomillo
Esta especia es otra opción casera para hacerle frente a la caspa. Para ello se pueden hervir tres cucharadas de tomillo en una taza de agua, se deja reposar, se cuela y esta infusión se aplica en el cuero cabelludo y cabello limpio. Se deja que haga efecto durante un par de horas y luego se retira con abundante agua.
Aguacate
Dar un masaje en el cuero cabelludo con una pasta elaborada a partir de la pulpa de esta fruta es un buen remedio contra la caspa. La grasa natural del aguacate hidrata el cuero cabelludo reseco y elimina la caspa, asegura una publicación de la revista Mejor con Salud.
Apio
El agua de apio se puede utilizar para dar el último enjuague al lavar el cabello, ya que ayuda a eliminar las células muertas del cuero cabelludo. Es posible utilizar las hojas y el tallo para preparar el agua con esta planta y aplicarla al finalizar el baño.
Aspirina
El ácido salicílico es uno de los compuestos principales de la aspirina que es responsable de sus propiedades antiinflamatorias. Este compuesto ayuda a deshacerse de la piel escamosa y a eliminar las escamas. Healthline cita una investigación realizada con 19 personas que tenían caspa. Quienes participaron del estudio usaron dos champús que contenían piroctona olamina combinado con ácido salicílico o piritionato de zinc.
Ambos productos redujeron la caspa después de cuatro semanas, pero el champú que contenía ácido salicílico fue más efectivo para reducir la gravedad de las escamas, asegura este sitio web.
“Otro estudio demostró que un champú que contenía ácido salicílico era igualmente efectivo a un medicamento con receta médica para tratar la dermatitis seborreica y la caspa”. Para hacer uso de la aspirina se pueden triturar dos tabletas y agregar el polvo al champú antes de lavar el cabello.
Minimizar el estrés
Si bien el estrés en sí no causa la caspa, puede agravar los síntomas como la resequedad y la picazón. Mantener altos niveles de estrés por períodos prolongados puede suprimir la actividad del sistema inmunológico, aseguran los expertos. Cuando hay un sistema inmunitario debilitado puede reducir la capacidad del cuerpo de contrarrestar algunas de las infecciones fúngicas y condiciones de la piel que contribuyen a la caspa.