Los callos son una capa dura en algunas partes de los pies, principalmente el talón y la planta. En algunas ocasiones puede ser dolorosa, en especial por la fricción con el calzado. Si bien no siempre afectan, para prevenir cualquier incomodidad, hay remedios caseros para tratarlos.
Aparte de molestos, incómodos y poco estéticos, pueden generar dolencias y poner en riesgo la estructura ósea. Es por ello que los remedios caseros y médicos son vitales.
A nivel general, las soluciones recomendadas son la ingesta de determinados medicamentos, recortar el exceso de piel por un profesional, usar plantillas o aplicar ingredientes naturales en la zona. Mayo Clinic indica que estas capas deben ser tratadas por un especialista de la salud, debido a que se tendrá un diagnóstico profesional de la callosidad, lo cual permite descartar otras complicaciones, como verrugas o quistes.
Ya con ese punto de partida y con el respectivo diagnóstico de callosidad, la primera recomendación es utilizar zapatos amigables con el pie, en especial los que tengan almohadillas que protejan la zona. Cuando los callos son dolorosos, el centro médico recomendará los siguientes tratamientos:
- Recortar el exceso de piel: El médico tiene las habilidades para reducir el exceso de piel por medio de un bisturí. Esto no se puede hacer por la propia cuenta, debido a que se corre el riesgo de afectar el pie.
- Parches medicinales: También se sugerirá la colocación de parches que contengan 40% de ácido salicílico. Estos no son dependientes de una receta médica, sino que en la misma consulta se podrán colocar. El especialista de salud se encargará de informar el tiempo para reemplazarlos. Además, se sugiere limar la piel engrosada antes de ponerlos.
- Plantillas de zapatos: Si el exceso de piel proviene de una deformación originada por el calzado, el proveedor de salud tomará medidas para ordenar unas plantillas a la medida, las cuales deberán ser acolchadas.
- Cirugía: En los casos extremos, será necesaria la intervención quirúrgica para eliminar las callosidades, en especial en las situaciones cuando estas están afectando la alineación ósea causada por la fricción.
Aparte de los tratamientos médicos, hay otros caseros que se pueden llevar a cabo desde el hogar:
- Remojar los callos en agua tibia con jabón para que se ablanden: Esto puede facilitar la eliminación del exceso de piel con un bisturí.
- Limar la piel engrosada: Una vez se haya ablandado la piel afectada, se frota el callo con una piedra pómez o lima de uñas. Esta acción también elimina la zona endurecida. Sin embargo, no hay que implementar objetos puntiagudos que puedan cortar la piel sana.
- Usar plantillas para callos: Emplear plantillas hechas a base de gomaespuma en forma de rosquilla para proteger la zona donde se formó la afectación, es otro remedio casero para eliminarlos. Hay que tener en cuenta no usar líquidos de venta libre, debido a que estas contienen ácido salicílico, compuesto que irrita la piel sana y produce una infección, en especial para los pacientes con diabetes u otras complicaciones que impidan el flujo sanguíneo con normalidad.
- Humectar la piel: Aplicar con frecuencia cremas o líquidos no dañinos, también ablandan la zona donde está concentrada la callosidad.
- Utilizar calzado y medias cómodas: Modificar los zapatos, a unos más amenos con la piel, ayuda a reducir el dolor y mitigar la callosidad. En ciertos casos, cuando la afectación no es tan grande, tan solo cambiado el calzado se pueden eliminar.