Consumir una alimentación poco equilibrada, junto con el estrés, la falta de sueño y los cambios hormonales, le cobran factura al peso corporal, poniendo en riesgo la salud, pues unos kilos de más pueden ser causantes del desarrollo de afecciones y enfermedades.
Los expertos coinciden en que la fórmula para trabajar por un peso saludable es clara: ingerir una alimentación balanceada y practicar ejercicio físico de forma regular, ya que las dietas de corto tiempo en muchas ocasiones generan efecto rebote, ocasionando resultados adversos.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la causa fundamental del sobrepeso y la obesidad es un desequilibrio energético entre calorías consumidas y gastadas. Esto está muy relacionado con un aumento en la ingesta de alimentos de alto contenido calórico que son ricos en grasa y con un descenso en la actividad física.
En el marco de una dieta saludable es importante limitar la ingesta energética procedente de la cantidad de grasa total y de azúcares, aumentando el consumo de frutas y verduras, así como de legumbres, cereales integrales y frutos secos y realizando una actividad física periódica (60 minutos diarios para los jóvenes y 150 minutos semanales para los adultos), dice la OMS.
La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos indica que si una persona quiere evitar los kilos de más, debe reducir las grasas debido a que tienen muchas calorías y poco valor nutritivo. “Muchos de estos alimentos que arruinan dietas se preparan con grasas saturadas o trans poco saludables”, precisa. Aquí se incluyen las carnes grasas como las salchichas, el tocino o las costillas, los alimentos fritos, los lácteos enteros y las salsas.
Como parte de una dieta equilibrada se puede recurrir a algunos remedios caseros, entre ellos, las infusiones o los tés; además de mantener altos niveles de hidratación. El consumo permanente de agua ayuda a eliminar toxinas y facilita el proceso digestivo evitando afecciones como el estreñimiento.
Té verde
Uno de los productos naturales que aporta en este propósito es el té verde. Esta bebida ayuda a adelgazar porque es diurética, eliminando el exceso de líquido y favoreciendo la pérdida de grasa abdominal. De igual forma, es termogénica lo que aumenta el gasto calórico del organismo y facilita la quema de grasa, según el portal Tua Saúde.
Agua de canela
Se dice que es buena para ayudar a bajar la barriga y adelgazar, ya que tiene efectos termogénicos y metabólicos, aumentando el gasto energético y la pérdida de la grasa. Asimismo, esta especia es rica en fibras, que aumentan la sensación de saciedad.
Té de jengibre
Posee acción diurética que disminuye la retención de líquido en el cuerpo. El jengibre es termogénico, por lo que ayuda a aumentar el metabolismo del cuerpo, haciendo que el organismo gaste más energía. Asimismo, disminuye la absorción de grasa del alimento por el intestino y ayuda a controlar el hambre, según Tua Saúde.
Agua con limón
Es un remedio diurético. Se recomienda tomar en ayunas pues, además, de ayudar a cuidar la flora intestinal, aporta para prevenir la hipertensión. Esto es debido a que el limón contiene vitamina B, que es favorable para evitar la insuficiencia cardíaca.
Alimentos recomendados
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), de Estados Unidos, indican que en la dieta para obtener un peso saludable se deben incluir frutas, preferiblemente frescas, y agregar verduras de diferentes colores.
Los vegetales de hoja verde, como las espinacas o las acelgas, entre muchas otras, son ideales para perder peso, ya que son bajas en calorías y carbohidratos y contienen una importante cantidad de fibra, además de aportar vitaminas, antioxidantes y minerales.
Las verduras crucíferas como el brócoli, la coliflor o las coles de Bruselas también son beneficiosas para adelgazar debido a que son ricas en fibra, lo que genera sensación de saciedad. No contienen tantas proteínas como los alimentos de origen animal o las legumbres, pero sí más que la mayoría de verduras.
Tampoco debe faltar en la comida el pescado. Los grasos son saludables porque contienen ácidos saludables como el omega-3. El salmón y el atún son buenas opciones. Los CDC indican que se deben ingerir lácteos descremados y sin azúcares añadidos, así como carnes magras.