El asma es una enfermedad que afecta los pulmones y es una de las afecciones de duración prolongada más comunes en los niños, aunque los adultos también pueden padecerla, de acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).

Además, Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, reveló en su portal web que se cree que varios factores que aumentan las probabilidades de tener asma son:

  • Tener un pariente consanguíneo con asma, como padre o hermano.
  • Tener otra afección alérgica, como la dermatitis atópica, que provoca enrojecimiento y picazón de la piel, o la fiebre del heno, que causa goteo nasal, congestión y picazón en los ojos.
  • Ser fumador.
  • Exposición como fumador pasivo.
  • Exposición a gases de escape o a otros tipos de contaminación.
  • Exposición a desencadenantes en el ámbito laboral, como las sustancias químicas utilizadas en las industrias de la agricultura, la peluquería y la fabricación.

Por su parte, la tos es la manera que tiene el cuerpo de responder cuando algo irrita la garganta o las vías respiratorias y según Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos la tos puede ser aguda o crónica:

  • La tos aguda generalmente comienza de manera repentina y a menudo se debe a un resfriado, una gripe o una infección sinusal. Por lo general, desaparece después tres semanas.
  • La tos subaguda dura de tres a ocho semanas.
  • La tos crónica dura más de ocho semanas.

Por tal razón, el portal Mejor con Salud reveló tres remedios naturales para tratar las dos afecciones y para el primero se debe cortar una cebolla en rodajas y en una sartén añadirla con dos tazas de agua por un par de minutos. Después, cuando se enfríe la mezcla se agrega el zumo de dos limones y siete cucharadas de miel. Finalmente, se deja reposar toda una noche y al día siguiente se consumen tres cucharadas diarias hasta sentir mejoría.

La segunda sugerencia es preparar un jarabe de jengibre y miel y para este hay que mezclar una cucharadita de miel con media cucharadita de jengibre en polvo y se consume una cucharadita antes de cada comida.

Finalmente, recomendó mezclar un rábano negro con cuatro cucharadas de miel, y después de mezclar se deja en un recipiente toda una noche. Finalmente, se consume con moderación.

De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica, por ello, lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.

Por su parte, es importante señalar que aunque no hay forma de prevenir el asma, se pueden realizar las siguientes recomendaciones:

  • Controlar la respiración. La persona debe aprender a reconocer los signos de advertencia de un ataque inminente, como tos leve, sibilancia al respirar o falta de aliento. Sin embargo, debido a que la función pulmonar puede disminuir antes de que se note algún signo o síntoma, hay que medir y registrar regularmente el flujo de aire máximo con un medidor de flujo espiratorio en casa. Un medidor de flujo espiratorio mide la fuerza con la que se puede espirar.
  • Adicional, para aliviar una tos se puede:
  • Beber líquidos. Los líquidos ayudan a diluir la mucosidad en la garganta. Los líquidos calientes, como los caldos o el zumo de limón, pueden suavizar la garganta.
  • Evitar el humo de tabaco. Fumar o respirar humo de segunda mano puede empeorar la tos.