Los cálculos dentales, también conocidos como sarro, son el resultado de la calcificación de la placa bacteriana, normalmente como consecuencia de una mala higiene oral.
La compañía de salud Sanitas, de España, en su página web, explica que el sarro comienza a formarse sobre la superficie dental por encima de la línea de la encía (supragingival), adquiriendo una coloración amarilla. Posteriormente se introduce bajo la encía (subgingival) con un tono marrón.
“La formación de cálculos dentales hace que la superficie sobre la que se puede depositar la placa bacteriana sea mayor y, como consecuencia, favorece la aparición de gingivitis y periodontitis”, precisa.
A diferencia de la placa que es una película incolora, el sarro es una formación de minerales fácilmente visible si se localiza por encima de la línea de las encías. El indicador de sarro más común es observar un color marrón o amarillento en los dientes o encías, indica información de la compañía Colgate.
La mejor forma de prevenir la formación de cálculos es cepillando los dientes tres veces al día durante dos minutos. Utilizar un cepillo de cerdas suaves y cabezal pequeño para llegar a todas las superficies de los dientes, recomiendan los expertos. También es importante el uso del hilo dental.
De igual forma, se puede recurrir al uso de algunos remedios caseros a los que se les atribuyen propiedades que ayudan en la limpieza de los dientes. Estas son algunas de las opciones naturales, que si bien pueden aportar, no reemplazan el tratamiento odontológico de limpieza cuando el sarro se ha formado.
Bicarbonato de sodio
Este producto tiene propiedades blanqueadoras naturales, pero se debe evitar su uso en exceso debido a sus características abrasivas. Si bien no se trata de un remedio que blanqueará los dientes de la noche a la mañana, lo cierto es que sí puede generar cambios en la apariencia con el paso del tiempo, asegura el portal Healthline, el cual cita un estudio que determinó que las pastas dentales con bicarbonato de sodio fueron significativamente más efectivas para eliminar las manchas amarillas que aquellas que no contenían esta sustancia.
Perejil
Se dice que el perejil es una planta con propiedades antibacterianas y astringentes que contribuyen a mejorar la salud dental. Una publicación de la revista Mejor con Salud, escrita por Katherine Flórez, indica que la aplicación a modo de enjuague facilitaría la eliminación de la placa bacteriana. Además, ayudaría a prevenir la halitosis o mal aliento.
Se puede utilizar hojas de perejil y una taza de agua. Se pican las hojas y se adicionan al agua hirviendo y espera a que se infusionen durante unos 10 minutos, luego se enjuaga con esta infusión y se cepillan los dientes como de costumbre.
Agua oxigenada
El peróxido de hidrógeno o agua oxigenada es un agente blanqueador natural que también elimina las bacterias en la boca. Sin embargo, es importante usar concentraciones diluidas con el fin de evitar que se cause irritación de las encías y sensibilidad dental.
Debido a que la concentración más común es una solución a 3 %, esta se debe diluir para crear una de 1,5 % mezclando partes iguales de peróxido y agua. “Otra forma de usar el peróxido de hidrógeno es mezclándolo con bicarbonato de sodio para hacer una pasta dental”, dice Healthline.
Se combinan dos cucharaditas de agua oxigenada con una cucharadita de bicarbonato de sodio y se usa la mezcla para cepillarse los dientes suavemente. Debe evitarse su uso de manera constante.
Aceite de coco
El portal de bienestar y salud, Tua Saúde, indica que una forma de combatir de manera natural las bacterias en la boca, previniendo la formación de placa, es usando el aceite de coco como enjuague bucal, pues este contiene propiedades bactericidas, lo cual disminuye la formación de sarro. Asimismo, ayuda a formar una película en los dientes, evitando la adhesión de bacterias y previniendo el surgimiento de placa dental y, por ende, los cálculos dentales.
Solo se requiere una cucharada de aceite de coco, la cual se pone en la boca y se hacen buches durante 5 a 10 minutos, de una a dos veces al día. Para finalizar, se escupe el aceite y se enjuaga la boca con agua. “Al inicio puede ser complicado realizar enjuagues con el aceite de coco durante varios minutos seguidos, por lo que se recomienda comenzar con unos minutos e ir aumentando el tiempo de manera gradual”, precisa la citada fuente.